miércoles, 11 de diciembre de 2013

Una sola familia humana, alimentos para todos

"Es necesario encontrar la manera de que todos puedan beneficiarse de los frutos de la tierra"

El Papa Francisco reclama que "la voz de los que sufren hambre se convierta en un rugido capaz de sacudir al mundo".

En un vídeomensaje emitido con motivo del lanzamiento en todo el mundo de la campaña de Cáritas Internationalis “Una Sola Familia Humana, Alimentos para Todos”.En España, Cáritas y Manos Unidas se unen para impulsar esta campaña.



domingo, 8 de diciembre de 2013

Home

La película Home, dirigida en 2009 por Yann Arthus-Bertrand, es una excelente visión de los principales problemas ambientales de nuestro planeta. A pesar de que tenga algunas cuestiones discutibles, la fuerza de los datos es definitiva. Merece la pena verla, con espíritu crítico y ganas de disfrutar de su fotografía. Dura una hora y media.

Para verla en You Tube, pincha aquí.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Descubriendo a Cristo en la belleza de la ecología

He encontrado en you tube un vídeo de una de las conferencias de la JMJ Madrid 2011, del profesor Pablo Martínez Anguita, de la Universidad Rey Juan Carlos. Pablo fue profesor de la Universidad Católica de Ávila antes de que llegara yo a ella y, aunque no le conozco personalmente, me parece una persona excelente y un profesional extraordinario. Aquí os dejo el vídeo para que lo disfrutéis.

 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Bayanihan. La cooperación como experiencia de solidaridad y cuidado mutuo

Vídeo sobre el trabajo de Intered, la ONGD de la Institución Teresiana, en Filipinas en estos últimos años.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Para la solidaridad: cambia tus hábitos de vida (vídeo del Card. Bergoglio)

Encíclica ecológica del Papa Francisco

Según el blog "Sacro y profano" que escribe el periodista argentino Andrés Beltramo, incluido dentro de la web Infocatólica, la próxima encíclica del Papa Francisco estará dedicada a la pobreza y a los problemas ambientales:

"La próxima carta encíclica de Francisco no estará dedicada sólo al tema de la pobreza, también incluirá un fuerte mensaje en defensa del medio ambiente. Aunque el proyecto apenas se encuentra en sus inicios y su publicación no es inminente, el Papa ya conformó un grupo de especialistas con un mandato concreto: desarrollar su mensaje ecológico.
En los últimos días Jorge Mario Bergoglio le confesó esta iniciativa a tres diferentes personas. Primero a su amigo Gustavo Vera, diputado argentino y activista en la lucha contra la trata de personas. Con él almorzó en su residencia vaticana, la Casa de Santa Marta, el domingo 3 de noviembre.
Lo mismo le dijo a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, durante una audiencia privada el viernes 8 de noviembre. “No me extrañaría que este tema ocupe un importante lugar en una próxima encíclica", sugirió la mandataria a los periodistas.
El pontífice fue más explícito con el senador electo argentino, Pino Solanas, a quien recibió este lunes 10 durante una audiencia privada en Santa Marta. El encuentro duró casi una hora y en el mismo el referente del movimiento político “Proyecto Sur” le expresó su preocupación por la impunidad con la cual se daña la naturaleza.
“Él fue muy sensible, me dijo que está preparando una encíclica sobre este tema, le está llevando trabajo porque ha formado un equipo para poder redactarla, que por eso está demorando sus declaraciones aunque en septiembre ya habló sobre la minería. Me adelantó que va a hacer una contribución importante", dijo Solanas en entrevista con el Vatican Insider.
Sostuvo que ya había tratado el tema de la ecología con el Papa desde el mes de junio pasado, cuando le escribió una carta y le mandó un informe.
Afirmó haberle pedido a Jorge Mario Bergoglio su apoyo en el intento de tipificación de los delitos ambientales y en la propuesta de conformación -algún día- del Tribunal Internacional Penal para juzgar los delitos ambientales, que calificó como crímenes de lesa humanidad porque las consecuencias de los mismos las pagan poblaciones enteras. Y denunció que todo esto ocurre casi siempre con complacencia de los gobierno, porque no hay control público alguno.
“Está (el Papa) muy interesado, sobre todo en el tema del agua. Me dijo: no sería de extrañar que la próxima guerra sea por el agua. Y recordó el desastre al cual está siendo sometida África. Lo vi muy preocupado por la máquina del lucro y del dinero, porque detrás del lucro se arrasa todo", relató.
Solanas recordó que cuidar el ambiente es un costo muy grande que las empresas trasnacionales no quieren pagar y por eso ninguna de esas fábricas trabaja con seguros ambientales, a pesar de que la ley lo exige.
Consideró que el Papa puede ser un buen aliado a la hora de sensibilizar sobre los peligros del medio ambiente porque algunas encuestas importantes de América Latina y Europa lo sitúan al Papa Francisco entre los cuatro personajes más importantes del año, en cuanto a liderazgo de opinión".


Foto del mismo blog

martes, 24 de septiembre de 2013

Jornada Mundial del Turismo: “Turismo y agua: protege nuestro futuro común”

Comunicado (del 11-7-2013) del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes con ocasión de la Jornada Mundial del Turismo 2013.

El 27 de septiembre celebramos la Jornada Mundial del Turismo, bajo el tema que la Organización Mundial del Turismo nos propone para el presente año: “Turismo y agua: proteger nuestro futuro común”. Éste está en línea con el “Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua”, que, en el contexto del Decenio Internacional para la Acción “El agua, fuente de vida” (2005-2015), ha sido proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de poner de relieve “que el agua es fundamental para el desarrollo sostenible, en particular para la integridad del medio ambiente y la erradicación de la pobreza y el hambre, es indispensable para la salud y el bienestar humanos y es crucial para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

También la Santa Sede desea unirse a esta conmemoración, aportando su contribución desde el ámbito que le es propio, consciente de la importancia que el fenómeno del turismo tiene en el momento actual, y de los retos y posibilidades que ofrece a nuestra acción evangelizadora. Éste es uno de los sectores económicos con un mayor y rápido crecimiento a nivel mundial. No debemos olvidar que durante el pasado año se superó el hito de mil millones de turistas internacionales, a lo que hay que sumar las cifras aún mayores del turismo local.

Para el sector turístico, el agua es de crucial importancia, un activo y un recurso. Es un activo en cuanto que la gente se siente naturalmente atraída por ella y son millones los turistas que buscan disfrutar de este elemento de la naturaleza durante sus días de descanso, eligiendo como destino ciertos ecosistemas donde el agua es su rasgo más característico (humedales, playas, ríos, lagos, cataratas, islas, glaciales o nieve, por citar algunos), o buscan aprovecharse de sus numerosos beneficios (singularmente en balnearios y centros termales). Al mismo tiempo, el agua es también un recurso para el sector turístico y es indispensable, entre otros, en hoteles, restaurantes y actividades de ocio.

Teniendo una visión de futuro, el turismo supondrá un real beneficio en la medida en que gestione los recursos de acuerdo con los criterios de una “green economy”, una economía cuyo impacto ambiental se mantenga dentro de unos límites aceptables. Estamos llamados, pues, a promover un turismo ecológico, respetuoso y sostenible, el cual puede ciertamente favorecer la creación de puestos de trabajo, apoyar la economía local y reducir la pobreza.

No hay duda de que el turismo tiene un papel fundamental en la conservación del medio ambiente, pudiendo ser su gran aliado, pero también un feroz enemigo. Si, por ejemplo, buscando un beneficio económico fácil y rápido, se consiente que la industria turística contamine un lugar, éste dejará de ser un destino deseado por los turistas.

Sabemos que el agua, clave del desarrollo sostenible, es un elemento esencial para la vida. Sin agua no hay vida. “Sin embargo, año tras año va aumentando la presión sobre este recurso. Una de cada tres personas vive en un país con escasez de agua entre moderada y alta, y es posible que para 2030 la escasez afecte a casi la mitad de la población mundial, ya que la demanda podría superar en un 40% a la oferta”. Según datos de las Naciones Unidas, en torno a 1000 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Y los desafíos relacionados con este tema aumentarán significativamente en los próximos años, singularmente porque está mal distribuida, contaminada, desperdiciada, o se priorizan algunos usos de modo incorrecto o injusto, a lo que se unirán las consecuencias del cambio climático. También el turismo compite muchas veces con otros sectores por su uso y no pocas veces se constata que el agua es abundante y se despilfarra en las estructuras turísticas, mientras que para las poblaciones circundantes escasea.

La gestión sostenible de este recurso natural es un desafío de orden social, económico y ambiental, pero sobre todo de naturaleza ética, a partir del principio del destino universal de los bienes de la tierra, el cual es un derecho natural, originario, al que se debe subordinar todo ordenamiento jurídico relativo a dichos bienes. La Doctrina Social de la Iglesia insiste en la validez y en la aplicación de este principio, con referencias explícitas al agua.

Ciertamente, nuestro compromiso a favor del respeto de la creación nace de reconocerla como un regalo de Dios para toda la familia humana y de escuchar la petición del Creador, que nos invita a custodiarla, sabiéndonos administradores, que no señores, del don que nos hace.

La atención al medio ambiente es un tema importante para el Papa Francisco, al cual ha hecho numerosas alusiones. Ya en la celebración eucarística de inicio de su ministerio petrino invitaba a ser “custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos – decía – que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro”, recordando que “todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos”.

Profundizando en esta invitación, afirmaba el Santo Padre durante una audiencia: “Cultivar y custodiar la creación es una indicación de Dios dada no sólo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto; quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos (…) Nosotros en cambio nos guiamos a menudo por la soberbia de dominar, de poseer, de manipular, de explotar; no la ‘custodiamos’, no la respetamos, no la consideramos como un don gratuito que hay que cuidar. Estamos perdiendo la actitud del estupor, de la contemplación, de la escucha de la creación”.

Si cultivamos esta actitud de escucha, podremos descubrir cómo el agua también nos habla de su Creador y nos recuerda su historia de amor para con la humanidad. Elocuente es al respecto la oración de bendición del agua que la liturgia romana emplea tanto en la Vigilia pascual como en el ritual del bautismo, en la cual se recuerda que el Señor se ha servido de este don como signo y memoria de su bondad: la Creación, el diluvio que pone fin al pecado, el paso del mar Rojo que libera de la esclavitud, el bautismo de Jesús en el Jordán, el lavatorio de pies que se transforma en precepto de amor, el agua que mana del costado del Crucificado, el mandato del Resucitado de hacer discípulos y bautizarlos… son hitos fundamentales de la historia de la Salvación, en los que el agua adquiere un elevado valor simbólico.

El agua nos habla de vida, de purificación, de regeneración y de transcendencia. En la liturgia, el agua manifiesta la vida de Dios que se nos comunica en Cristo. El mismo Jesús se presenta como aquél que sacia la sed, de cuyas entrañas manan ríos de agua viva, y en su diálogo con la samaritana afirma: “el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed”. La sed evoca los anhelos más profundos del corazón humano, sus fracasos y sus búsquedas de una auténtica felicidad más allá de sí mismo. Y Cristo es quien ofrece el agua que sacia la sed interior, es la fuente del renacer, es el baño que purifica. Él es la fuente de agua viva.

Por esto, es importante insistir en que todos los implicados en el fenómeno del turismo tienen una seria responsabilidad a la hora de gestionar el agua, de manera que este sector sea efectivamente fuente de riqueza a nivel social, ecológico, cultural y económico. Al tiempo que se debe trabajar por reparar el mal causado, también ha de favorecerse su uso racional y minimizar el impacto, promoviendo políticas adecuadas e implementando equipamientos eficientes, que ayuden a proteger nuestro futuro común. Nuestra actitud frente a la naturaleza y la mala gestión que podamos hacer de sus recursos no pueden gravar ni sobre los demás ni, menos aún, sobre las futuras generaciones.

Es necesaria, por tanto, una mayor determinación por parte de políticos y empresarios. Pues si bien todos son conocedores de los desafíos que el problema del agua nos plantea, somos conscientes que eso debe aún concretarse en compromisos vinculantes, precisos y evaluables.

Esta situación requiere sobre todo un cambio de mentalidad que lleve a adoptar un estilo de vida diverso, caracterizado por la sobriedad y la autodisciplina. Se ha de favorecer que el turista sea consciente y reflexione sobre sus responsabilidades y sobre el impacto de su viaje. Debe poder alcanzar la convicción de que no todo está permitido, aunque personalmente pueda asumir el coste económico. Hay que educar y favorecer los pequeños gestos que nos permitan no desperdiciar ni contaminar el agua y que al mismo tiempo nos ayuden a valorar aún más su importancia.

Hacemos nuestro el deseo del Santo Padre de “que todos asumiéramos el grave compromiso de respetar y custodiar la creación, de estar atentos a cada persona, de contrarrestar la cultura del desperdicio y del descarte, para promover una cultura de la solidaridad y del encuentro”.

Con san Francisco, el “poverello” de Asís, elevamos nuestra alabanza a Dios, bendiciéndole por sus criaturas: “Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta”.

Lluvia criadera

Nos encantó la expresión del Arzobispo de Río de Janeiro en la pasada JMJ cuando, refiriéndose a los frutos de la JMJ, habló de la "lluvia criadera", una lluvia menuda que hace brotar las semillas.

lunes, 10 de junio de 2013

Nota de Cáritas Española en el Día Mundial del Medio Ambiente

En el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy, Cáritas Española llama la atención sobre la responsabilidad de todos para preservar la integridad del entorno natural en todo el mundo e insiste en que los graves problemas ecológicos actuales requieren un cambio efectivo de mentalidad que nos lleve a adoptar nuevos estilos de vida.

Apelación a la ciudadanía, a los Gobiernos y a la comunidad internacional

Esta apelación a favor del medio ambiente no se dirige solamente a los ciudadanos sino también a los Gobiernos y a la comunidad internacional, a los que Cáritas reclama un mayor compromiso y un apoyo decidido tanto a la hora de apoyar un acuerdo global que frene el cambio climático, un fenómeno susceptible de poner en riesgo la supervivencia de todos, como de destinar fondos de ayudar a las comunidades vulnerables más afectadas por las fluctuaciones climáticas.

Campaña ”Sembremos Justicia Climática”

Cáritas Española viene impulsando esta línea de sensibilización e incidencia desde el año 2008, en el marco de la campaña “Sembremos Justicia Climática” puesta en marcha por Cáritas Internationalis, en colaboración con CIDSE, una alianza internacional de agencias católicas de desarrollo involucradas en la justicia global. Más tarde, en 2010, la Confederación dio un paso más en ese compromiso con la puesta en marcha de su estrategia de defensa de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), uno de los cuales, el número 7, se centra de manera específica en ese reto, al señalar la necesidad de “promover el desarrollo sostenible y disminuir la pérdida de recursos ambientales, aumentar el acceso al agua limpia y reducir la pérdida de la biodiversidad”.

“Sembremos Justicia Climática” es una campaña de carácter global apoyada por 180 organizaciones católicas para el desarrollo de todo el mundo y que reclama el acceso universal de los bienes para todas los seres humanos, porque la Creación es de todos. Esta defensa se hace especialmente en nombre de quienes más sufren las consecuencias del cambio climático y que no tienen oportunidad de exigir en los foros internacionales que los países industrializados se comprometan a reducir sus emisiones de gases de invernadero y a implementar políticas ambientales en Administraciones, empresas y familias.

En el marco de esta campaña, la red Cáritas organiza desde 2008 una intensa agenda de eventos ecuménicos y de elaboración de documentos, además de están presente de forma activa en las sucesivas cumbres internacionales sobre cambio climático, como las celebradas en Durban en 2011 y en Doha en 2012. En esta última cita, CIDSE y Cáritas Internationalis pidieron mayores recortes a las emisiones de gases de efecto invernadero, más fondos para que los países en vías de desarrollo puedan mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a ellos, y un plan de trabajo claro que permita alcanzar un acuerdo mundial sobre el clima en 2015.

Cáritas en acción

Junto a esta labor de incidencia, toda la red Cáritas lucha desde hace décadas para paliar el impacto de las crisis y emergencias relacionadas con el cambio climático, cuya frecuencia e intensidad no dejan de aumentar en los últimos años. De hecho, en la actualidad siete de cada diez catástrofes naturales tienen que ver el clima.

También está aumentando la población vulnerable a los efectos del cambio climático. Se estima que la supervivencia de unos 2.000 millones de personas en todo el mundo depende de unos ecosistemas muy frágiles localizados en zonas áridas y semiáridas. Y son los agricultores, pastores y pescadores pobres los más afectados por este fenómeno, y los que disponen de menos medios para adaptarse a estos cambios.

Esta es la razón por la que uno de los ejes estratégicos de la Confederación Cáritas Española en el ámbito de la cooperación internacional se dirija a la puesta en marcha en terceros países de programas de acompañamiento a las comunidades más vulnerables ante el cambio climático. Las acciones se centran en aquellas actividades relacionadas con la prevención ante futuros desastres, la consolidación de sistemas de agricultura sostenible, el cuidado del medio ambiente y la seguridad alimentaria, entre otros.

Agricultura sostenible en Filipinas

Un ejemplo de este trabajo es el apoyo al programa de desarrollo comunitario rural que, de la mano de la Cáritas local, se lleva a cabo actualmente en Filipinas, cuyo objetivo es promover la práctica de la agricultura sostenible y la gestión de los recursos naturales para posibilitar la protección del medio ambiente. Este proyecto, localizado en Luzón, una de las islas del archipiélago filipino más vulnerable a los efectos del cambio climático y al azote de los tifones, se orienta, también, a la transformación económica y social de las comunidades locales.

Huertos comunitarios en Burkina Faso

En África, las consecuencias del cambio climático son distintas, provocadas sobre todo por la sequía y que en el último año ha causado una grave crisis alimentaria en toda la Franja del Sahel. Cáritas está apoyando programas de desarrollo en toda la región para anticiparse a posibles adversidades meteorológicas y mejorar la seguridad alimentaria de la población. Una muestra de esa intervención que viene ejecutándose desde hace años, es el programa de creación de huertos comunitarios en Barsalgo (Burkina Faso), una zona donde las malas cosechas impulsan a las familias a buscar alternativas de generación de ingresos con el que comprar los cereales que logran obtener con las cosechas anuales.

La creación y el sostenimiento de huertos comunitarios –que incluye la excavación de pozos, la plantación de árboles y construcción de almacene– está permitiendo a las familias cultivar tomates, cebollas y frutas, que, además de garantizarles una fuente de ingresos, ayudan a la comunidad local a diversificar su alimentación y mejorar sus aportes vitamínicos.

Modelo alternativo de producción agrícola en Nicaragua

La seguridad alimentaria es también el objetivo del proyecto que Cáritas acaba de poner en marcha en nueve comunidades de los departamentos nicaragüenses de Estelí, Matagalpa y Juigalpa. Se trata de un programa trienal dirigido a consolidar un modelo alternativo de producción de alimentos mediante la aplicación de fórmulas de agricultura sostenible desde un punto de vista social, económico y medioambiental. Ese objetivo quiere alcanzarse mediante la conservación de la sabiduría agrícola ancestral de los campesinos de la zona y el uso de materiales biológicos conocidos y validados por la población local tras siglos de prácticas agrícolas.

Con esta iniciativa –que promueve la producción de alimentos en 270 huertos comunitarios y la creación de nueve bancos de semillas criollas–, Cáritas quiere contribuir a garantizar la alimentación de la población y mejorar su capacidad de adaptación ante las fluctuaciones impuestas por el cambio climático. Y es que esta propuesta surgió a la vista de las consecuencias de la depresión tropical que afectó a Nicaragua en 2011 y que puso de manifiesto la vulnerabilidad de estas comunidades, con vías de acceso muy precarias y poco acompañamiento, y que, cada año, sufren escasez de semillas y alimentos, debido a las variaciones climatológicas.


(www.caritas.es)

El Papa Francisco en el Día Mundial del Medio Ambiente

Este es el texto completo de la catequesis del Papa Francisco del día 5 de junio, día mundial del medio ambiente. En mi opinión se trata de toda una declaración de intenciones sobre este tema.

Queridos hermanos y hermanas, ¡Buenos días!
Hoy quiero centrarme en el tema del medio ambiente, como ya he tenido ocasión de hacerlo en varias ocasiones. Me lo sugiere el Día Mundial del Medio Ambiente que celebramos hoy, patrocinado por las Naciones Unidas, que lanza un fuerte llamado a de la necesidad de eliminar los desperdicios y la destrucción de los alimentos.
Cuando hablamos de medio ambiente, de la creación, mi pensamiento se dirige a las primeras páginas de la Biblia, al Libro del Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la cultivaran y la cuidaran (cf. 2:15). Y me pregunto: ¿Qué significa cultivar y cuidar la tierra? ¿Realmente estamos cultivando y resguardando lo creado?, ¿o lo estamos explotando y descuidando?
El verbo "cultivar" me recuerda la atención que el agricultor tiene por su tierra, para que dé frutos, y éstos sean compartidos: ¡cuánta atención, pasión y dedicación! Cultivar y cuidar la creación es una indicación de Dios dada no sólo al principio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto; significa hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos. Y Benedicto XVI ha recordado en varias ocasiones que esta tarea, confiada a nosotros por Dios Creador, requiere que se capte el ritmo y la lógica de la creación.
Nosotros, en cambio, a menudo llevados por la soberbia del dominio, del poseer, de manipular, de explotar; no, no "custodiamos la creación", no la respetamos, no la consideramos como un don gratuito que debemos cuidar. Estamos perdiendo la actitud de la admiración, de la contemplación, de la escucha de la creación; y por lo tanto ya no somos capaces de leer lo que Benedicto XVI llama "el ritmo de la historia de amor entre Dios y el hombre." ¿Por qué sucede esto? Porque pensamos y vivimos de una manera horizontal, nos hemos alejado de Dios, no leemos sus signos.
Pero "cultivar y cuidar" incluye no sólo la relación entre nosotros y el medio ambiente, entre el hombre y la creación, sino que comprende también las relaciones humanas. Los Papas han hablado de ecología humana, estrechamente vinculado a la ecología ambiental. Estamos viviendo un momento de crisis; lo vemos en el ambiente, pero sobre todo lo vemos en el hombre. ¡La persona humana está en peligro! – esto es cierto ¡hoy la persona humana está en peligro! ¡He aquí la urgencia de la ecología humana! Y el peligro es grave porque la causa del problema no es superficial, sino profunda: no es sólo una cuestión de economía, sino de ética y de antropología.
La Iglesia lo ha subrayado tantas veces. Y muchos dicen: sí es justo, es verdad... pero el sistema sigue como antes, porque las que dominan son las dinámicas de una economía y de una finanza que carecen de ética. El que manda hoy no es el hombre, es el dinero, el dinero. El dinero manda. Dios, nuestro Padre ha dado la tarea de custodiar la tierra, no el dinero. Sino de custodiarnos, a los hombres y las mujeres. Tenemos este deber.
Por lo tanto, hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos de la ganancia y del consumo: es ‘la cultura del descarte’. Si se estropea un ordenador es una tragedia, pero la pobreza, las necesidades y los dramas de tantas personas acaban entrando en la normalidad... Si una noche de invierno, aquí cerca - en la plaza Ottaviano, por ejemplo, muere una persona, esa no es una noticia. Si en tantas partes del mundo hay niños que no tienen qué comer, esa no es una noticia, parece normal. ¡Esto no puede ser! Y estas cosas entran en la normalidad.
Que algunas personas sin techo se mueran de frío en la calle no es noticia. Por el contrario, por ejemplo, una bajada de diez puntos en las bolsas de algunas ciudades, eso sí se vuelve una tragedia. La persona que muere no es noticia, pero si las bolsas bajan diez puntos, es una tragedia. De este modo, las personas son descartables, nosotros las personas somos descartables, como desechos.
Esta "cultura del descarte" tiende a convertirse en mentalidad común, que contagia a todos. La vida humana, la persona ya no se perciben como un valor primordial que ha de ser respetado y protegido, especialmente si son pobres o discapacitados, si aún no sirve -como el niño que está por nacer- o ya no es necesario -como los ancianos. Esta cultura del descarte nos ha hecho insensibles incluso a los desperdicios, a los residuos de los alimentos, que es aún más despreciable, cuando en todo el mundo, por desgracia, muchas personas y familias sufren hambre y desnutrición.
En el pasado, nuestros abuelos eran muy cuidadosos de no tirar nada de los restos de comida. El consumismo nos ha habituado tanto a lo superfluo y al desperdicio de la comida diaria, que a veces ya no somos capaces de dar el justo valor, que va mucho más allá de los simples parámetros económicos. ¡Recordemos bien, sin embargo, que la comida que se tira es como si fuera robada de la mesa de los pobres y de los hambrientos! Invito a todos a reflexionar sobre el problema del desperdicio y del derroche de los alimentos y buscar los medios que, abordando seriamente esta problemática, sean un vehículo de solidaridad y de compartir con los más necesitados.
Hace unos días, en la fiesta del Corpus Christi, hemos leído la historia del milagro de los panes: Jesús da de comer a la multitud con cinco panes y dos peces. Y la conclusión del pasaje es importante: " Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas". (Lc 9:17) ¡Jesús pide a sus discípulos que no se pierda nada: que no haya desperdicios! Y hay este hecho de las doce cestas: ¿Por qué doce? ¿Qué quiere decir esto? Doce es el número de las tribus de Israel, simbólicamente representa a todo el pueblo. Y esto nos explica que cuando la comida se comparte de manera justa, solidaria, no se priva a nadie de lo necesario, cada comunidad puede satisfacer las necesidades de los más pobres. La ecología humana y la ecología ambiental caminan juntas.
Quisiera, pues, que tomásemos todos el serio compromiso de respetar y proteger la creación, de estar atentos con todas las personas, de contrarrestar la cultura de los desperdicios y de descarte, para promover una cultura de la solidaridad y del encuentro. ¡Gracias!

viernes, 31 de mayo de 2013

La Iglesia Católica y la ecología: interesante artículo

Puedes leer este interesante artículo sobre la Iglesia Católica y la ecología pinchando aqui.

lunes, 6 de mayo de 2013

Libro: Economía, ética y medio ambiente (en un mundo finito)

¿Cómo es posible conciliar un mundo con necesidades y deseos humanos ilimitados? En todo caso, ¿Cuánto es suficiente? Estas preguntas y sus posibles respuestas recorrerán el contenido de la presente obra.
La actividad económica humana desde la Revolución Industrial ha tenido efectos desequilibrantes en el ambiente, planteando un problema de ética intergeneracional: las futuras generaciones dispondrán de un planeta cada vez más degradado. Es que los cambios civilizatorios que se vienen sucediendo desde mediados del siglo XVIII conforman un cambio de era: hasta hace apenas dos siglos y medio nuestra civilización estaba asentada básicamente en áreas rurales, la esperanza de vida no alcanzaba los 30 años y solo se conocía una única fuente de energía, el fuego y, aparte del viento, existía una sola energía mecánica: los músculos. Es inmenso el progreso humano alcanzado en 250 años, pero tiene un alto costo ambiental y no es éticamente neutral.
Estudiantes o estudiosos de la economía y otras ciencias sociales y humanas así como también de las ciencias aplicadas que requieran en sus razonamientos una visión sistémica del problema económico, dispondrán de un aporte enriquecedor. Esta obra, constituye una historia del pensamiento económico -de Aristóteles a nuestros días- centrada en los alcances y límites de la racionalidad económica en procura del sustento humano.

Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba), Noviembre 2012
El Índice y la Introducción están disponibles en www.fundabaires.org

Enlaces a artículos interesantes

Aquí os ponemos tres enlaces a artículos interesantes:

Cristianismo y ecología, de Antonio Francisco Serrano Molina

La visión cristiana de la ecología, de Antonio Porras

El desafío ecológico en el momento presente: Aportación del Cristianismo a la construcción de una apuesta ecológica positiva, de Julio Lois Fernández

Gracias por los enlaces, Clara.

Algunos enlaces de Cristianismo y Ecología

Un par de enlaces de blogs interesantes sobre ecología y cristianismo:

La verdad es ... Verde. El blog de Carlos de Prada.

Cristianismo y Ecología

martes, 19 de marzo de 2013

Custodiar toda la Creación

El Papa Francisco ha dedicado buena parte de su homilia en la misa de iniciación de su pontificado al Medio Ambiente y al cuidado de la Naturaleza:

"Pero la vocación de custodiar no solo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es sencillamente humana, y concierne a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el Libro del Génesis y como nos muestra San Francisco de Asís: es respetar a todas las criaturas de Dios y el entorno en el que vivimos. Es velar por la gente, preocuparse por todos, por cada persona, con amor, especialmente por los niños, por los ancianos, por quienes son más frágiles y a menudo permanecen en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en el seno de la familia: los cónyuges velan recíprocamente uno por otro, y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en custodios de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que consisten en velar recíprocamente en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. ¡Sed custodios de los dones de Dios!

Y cuando el hombre desatiende esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción, y el corazón se agosta. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen «Herodes» que traman designios de muerte, que destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.

Quisiera pedir, por favor, a todos cuantos ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza; custodios del otro, del medio ambiente; ¡no dejemos que signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro! ¡Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos! ¡Recordemos que el odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida! Custodiar significa, pues, vigilar nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque precisamente de ahí salen las intenciones buenas y malas: ¡las que construyen y las que destruyen! ¡No debemos tener miedo de la bondad, más aún: ni siquiera de la ternura!"
(Papa Francisco, 19-III-2013)

miércoles, 13 de marzo de 2013

¡Tenemos Papa!

Rezamos por los éxitos del nuevo Papa Francisco I, que serán los de la Iglesia de Cristo.

martes, 5 de marzo de 2013

InteRed lanza una campaña de reciclaje de móviles para apoyar proyectos educativos

“Movilízate y recicla” es la campaña que promueve InteRed en España para la recogida de móviles en desuso y recaudar fondos destinados a facilitar el acceso a una educación de calidad a personas desfavorecidas.
La campaña, que durará todo el mes de febrero, propone de forma sencilla y gratuita la donación de móviles que permitirán:
-Reciclar respetando el medio ambiente. Los móviles tienen unos componentes metálicos y baterías altamente contaminantes. Uno de sus materiales, el coltán, cuyas reservas del 80% se encuentran en R.D del Congo se extrae en un contexto de guerra y desprotección de los derechos humanos y medioambientales.
-Recaudar fondos con el objetivo de apoyar proyectos de InteRed educativos que tienen como fin el disfrute del derecho a una educación de calidad de niñas y niños desfavorecidos; mujeres indígenas, alfabetización de adultos y poblaciones de comunidades rurales de Latinoamérica, Asia y África.

Puedes entregar los móviles que no utilices en cualquier centro, sede o colegio de la Institución Teresiana, o poniéndote en contacto con ghidrología@yahoo.es

Más información.

miércoles, 13 de febrero de 2013

El Papa renuncia al ministerio de Pedro

Benedicto XVI es el Papa que más documentos ha publicado sobre el cuidado y conservación del medio ambiente. Aunque su antecesor, nuestro querido Juan Pablo II, no le fue a la zaga, los escritos "ecológicos" del Papa Benedicto quedarán en los próximos decenios como referencia del magisterio de la Iglesia en estos temas.
Así que, desde este humilde blog sólo podemos decir: ¡Gracias Santo Padre!

«Queridísimos hermanos. Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria. Vaticano, 10 de febrero 2013».




jueves, 31 de enero de 2013

La crisis ecológica, un desafío para la Iglesia

Aprovechando que el lunes estuvo en la Universidad Católica de Ávila el cardenal don Carlos Amigo, pronunciando la lección magistral de la festividad de Santo Tomás de Aquino, os recomiendo un estupendo y reciente documento del cardenal titulado "La crisis ecológica, un desafío para la Iglesia".
Puede descargarse pinchando aquí.

Esperanza para la Creación

Esta Navidad, leyendo el libro de Joseph Ratzinger "Y Dios se hizo hombre" (Ed. Encuentro), encontré estos párrafos, extraídos de una homilía:

"En efecto, sigue siendo siempre válida la palabra de Dios revelada por medio del profeta Isaías: "La oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece" (Is 60, 2). Lo que el profeta anuncia a Jerusalén se cumple en la Iglesia de Cristo: "A tu luz caminarán las naciones, y los reyes al resplandor de tu aurora" (Is 60, 3).
Con Jesucristo la bendición de Abrahán se extendió a todos los pueblos, a la Iglesia universal como nuevo  Israel que acoge en su seno a la humanidad entera. Con todo, también hoy sigue siendo verdad lo que decía el profeta: "Espesa nube cubre los pueblos" y nuestra historia. En efecto, no se puede decir que la globalización sea sinónimo de orden mundial; todo lo contrario. Los conflictos por la supremacía económica y el acaparamiento de los recursos energéticos e hídricos, y de las materias primas, dificultan el trabajo de quienes, en todos los niveles, se esfuerzan por construir un mundo justo y solidario.
Es necesaria una esperanza mayor, que permita preferir el bien común de todos al lujo de pocos y a la miseria de muchos. "Esta gran esperanza solo puede ser Dios, (...) pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene un rostro humano" (Spe salvi, 31), el Dios que se manifestó en el niño de Belén y en el Crucificado Resucitado".

Si el verde es el color de la esperanza, podríamos decir que Cristo es verde, puesto que Él es nuestra Esperanza y la de toda la Creación.