Benedicto XVI es el Papa que más documentos ha publicado sobre el cuidado y conservación del medio ambiente. Aunque su antecesor, nuestro querido Juan Pablo II, no le fue a la zaga, los escritos "ecológicos" del Papa Benedicto quedarán en los próximos decenios como referencia del magisterio de la Iglesia en estos temas.
Así que, desde este humilde blog sólo podemos decir: ¡Gracias Santo
Padre!
«Queridísimos hermanos. Os he convocado a este Consistorio, no
sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una
decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
Después de haber
examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de
que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el
ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza
espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino
también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de
hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve
para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el
Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu,
vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de
reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue
encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con
plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de
San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de
2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede
de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio
de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo
Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el
amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y
pido perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de
su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre,
que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo
Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de
todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10 de febrero 2013».
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