miércoles, 15 de marzo de 2017

El paradigma de las minas a cielo abierto

En mi entorno territorial próximo, han surgido en los últimos meses algunos proyectos de explotaciones mineras a cielo abierto. Estaba pensando, a este respecto, lo bonito que suena el nombre: "a cielo abierto". Debe ser el nombre lo único bonito que tienen, porque todo son perjuicios. De hecho, quizás deberían denominarse minas "a tierra abierta", por el tajo que producen a la superficie terrestre.

Pero, aparte de las consideraciones de nomenclatura, confluyen en las minas a cielo abierto una serie de circunstancias que reúno aquí en lo que he denominado "el paradigma de las minas a cielo abierto". Mis argumentos son los siguientes:
-La minería en general es insostenible por definición, ya que explotan unos recursos naturales no renovables (el material mineral extraído).
-Estas minas destruyen otros recursos naturales que no son objeto del aprovechamiento minero en sí. Por ejemplo: destruyen el paisaje, la vegetación, el suelo (con su capacidad productiva para cultivos y ecosistemas, y su papel como sumidero de carbono).
-Afectan negativamente a aspectos medioambientales diversos, como la fauna, los climas locales y los microclimas, el ciclo hidrológico local de las cuencas afectadas, etc.
-Desde el punto de vista socioeconómico, en la minería a cielo abierto -y en la minería en general- una empresa particular aprovecha unos recursos que son `de todos´, sin dejar apenas beneficios para las poblaciones locales.

Es cierto que la normativa obliga a unas medidas correctoras de los impactos ambientales. Es cierto también que, en algunos casos, puede existir un `interés general´ en estas explotaciones, de tal manera que la sociedad en general obtenga un beneficio, aunque este no lo reciba directamente la población local.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, la minería a cielo abierto, rompe el modelo de desarrollo de las comarcas donde se establece, en muchos casos zonas de gran interés paisajístico y natural o histórico-cultural, en cuya economía tienen una significativa participación actividades relacionadas con el entorno natural como son el turismo rural o de naturaleza, aprovechamientos micológicos, agricultura, ganadería, selvicultura, apicultura, etc.

El papa Francisco en su conocida encíclica Laudato si´sobre el cuidado de la `casa común´, escribe algunas frases tremendamente elocuentes. Pongo algunos ejemplos directamente aplicables al asunto que nos ocupa:
-"La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras".
-"La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura".
-"La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento [global] o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan".
-"Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza".
-"El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos".
-"Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes".
-"Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva".
-"El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener". 
-"Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo".

Frente a un modelo de desarrollo basado en el inmediatismo económico y en el consumo insostenible de recursos naturales, la sociedad debe asumir y promover un nuevo modelo que, sin oponerse al progreso, se base en la conservación de los recursos naturales y en las personas, con su historia, su cultura y su derecho a vivir feliz.


Mina a cielo abierto en Nuevo México (Estados Unidos). Fuente: wikipedia

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