Asistimos desde la distancia a la cumbre del clima París 2015 con esperanza y expectación.
lunes, 30 de noviembre de 2015
jueves, 26 de noviembre de 2015
Congreso Internacional Laudato Si' en la UCAM de Murcia
CONGRESO INTERNACIONAL LAUDATO SI
DE ECOLOGÍA INTEGRAL Y MEDIO AMBIENTE
en homenaje al Papa Francisco
Del 2 al 5 de marzo de 2016
139. Cuando se habla de «medio ambiente», se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados. Las razones por las cuales un lugar se contamina exigen un análisis del funcionamiento de la sociedad, de su economía, de su comportamiento, de sus maneras de entender la realidad.
Web del congreso
viernes, 6 de noviembre de 2015
La encíclica Laudato Si' en la revista Nature
Artículo de Julio Tudela y Justo Aznar (Observatorio de Bioética, Universidad Católica de Valencia), publicado en ZENIT.org el 15 de septiembre de 2015 y en el boletín de CIVICA en noviembre de 2015.
No es frecuente que en la prestigiosa revista biomédica Nature aparezcan comentarios positivos con respecto a la fe católica y menos a escritos de los Papas.
Por ello, nos parece de gran interés lo que se comenta en Nature (Editorial de 23 de junio de 2015) sobre la Encíclica papal.
Empieza el artículo haciendo referencia a que las relaciones entre la Ciencia y la Iglesia Católica han sido más bien ambivalentes. En este sentido hace hincapié en cómo el Vaticano tardó 359 años en admitir que la Tierra se mueve alrededor del Sol, y ha tardado muchos más, desde 1633 hasta 1992, para que Galileo Galilei fuera “rehabilitado” por el papa Juan Pablo II.
Sigue comentando Nature que es gratificante comprobar cómo las estructuras católicas oficiales han evolucionado con respecto a estos temas, haciendo especial referencia a la Encíclica Laudato Si' sobre la necesidad de salvaguardar el medio ambiente, redactada en un tono que muestra el respeto del Papa argentino y sus cardenales por la Ciencia.
En este sentido, hace referencia a las declaraciones del cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, que manifiesta que la encíclica papal fue redactada consultando a destacados expertos en los temas del clima.
Sigue el artículo comentando lo afirmado por el papa Francisco, en el sentido de que si no se lucha contra el cambio climático se podría llegar graves alteraciones de los ecosistemas, con importantes repercusiones negativas sobre la sociedad humana.
Su carta dirigida a los más de 1000 millones de católicos que hay en el mundo, hace hincapié repetidamente en el imperativo moral de que hay de actuar en contra del calentamiento global, las alteraciones de la naturaleza por la actividad humana y la sobreexplotación de los recursos naturales.
A juicio de Nature, cuando las negociaciones internacionales sobre el cambio climático entran en su fase decisiva, el Vaticano ha escogido el momento ideal para exponer sus ideas, y, a su juicio, en la línea correcta.
También resalta que científicos y líderes políticos, que trabajan favoreciendo acciones para tratar de evitar las alteraciones climáticas, han expresado su gratitud y admiración por la postura tan valiente del papa Francisco.
Igualmente se destaca que, además de las acciones técnicas promovidas por significadas personas, como puede ser el presidente Barack Obama, es muy importante la propuesta del papa Francisco recomendando la utilización de energías renovables, fundando esta recomendación en razones morales que pueden ser seguidas por millones de personas.
Asimismo Nature se muestra acorde con la opinión del Papa, cuando critica los excesos del capitalismo y consumismo, a los que atribuye un papel fundamental en la crisis ecológica mundial.
Adicionalmente a ello, y de forma inteligente, el papa Francisco hace referencia al cambio global con esperanza, promoviendo la búsqueda de soluciones positivas en lugar de promover negros augurios desde el pesimismo, preguntándose ¿debería la humanidad tomar soluciones que arriesguen el cambio climático y la conservación de la biosfera, cuando existen alternativas viables?
No es frecuente que en la prestigiosa revista biomédica Nature aparezcan comentarios positivos con respecto a la fe católica y menos a escritos de los Papas.
Por ello, nos parece de gran interés lo que se comenta en Nature (Editorial de 23 de junio de 2015) sobre la Encíclica papal.
Empieza el artículo haciendo referencia a que las relaciones entre la Ciencia y la Iglesia Católica han sido más bien ambivalentes. En este sentido hace hincapié en cómo el Vaticano tardó 359 años en admitir que la Tierra se mueve alrededor del Sol, y ha tardado muchos más, desde 1633 hasta 1992, para que Galileo Galilei fuera “rehabilitado” por el papa Juan Pablo II.
Sigue comentando Nature que es gratificante comprobar cómo las estructuras católicas oficiales han evolucionado con respecto a estos temas, haciendo especial referencia a la Encíclica Laudato Si' sobre la necesidad de salvaguardar el medio ambiente, redactada en un tono que muestra el respeto del Papa argentino y sus cardenales por la Ciencia.
En este sentido, hace referencia a las declaraciones del cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, que manifiesta que la encíclica papal fue redactada consultando a destacados expertos en los temas del clima.
Sigue el artículo comentando lo afirmado por el papa Francisco, en el sentido de que si no se lucha contra el cambio climático se podría llegar graves alteraciones de los ecosistemas, con importantes repercusiones negativas sobre la sociedad humana.
Su carta dirigida a los más de 1000 millones de católicos que hay en el mundo, hace hincapié repetidamente en el imperativo moral de que hay de actuar en contra del calentamiento global, las alteraciones de la naturaleza por la actividad humana y la sobreexplotación de los recursos naturales.
A juicio de Nature, cuando las negociaciones internacionales sobre el cambio climático entran en su fase decisiva, el Vaticano ha escogido el momento ideal para exponer sus ideas, y, a su juicio, en la línea correcta.
También resalta que científicos y líderes políticos, que trabajan favoreciendo acciones para tratar de evitar las alteraciones climáticas, han expresado su gratitud y admiración por la postura tan valiente del papa Francisco.
Igualmente se destaca que, además de las acciones técnicas promovidas por significadas personas, como puede ser el presidente Barack Obama, es muy importante la propuesta del papa Francisco recomendando la utilización de energías renovables, fundando esta recomendación en razones morales que pueden ser seguidas por millones de personas.
Asimismo Nature se muestra acorde con la opinión del Papa, cuando critica los excesos del capitalismo y consumismo, a los que atribuye un papel fundamental en la crisis ecológica mundial.
Adicionalmente a ello, y de forma inteligente, el papa Francisco hace referencia al cambio global con esperanza, promoviendo la búsqueda de soluciones positivas en lugar de promover negros augurios desde el pesimismo, preguntándose ¿debería la humanidad tomar soluciones que arriesguen el cambio climático y la conservación de la biosfera, cuando existen alternativas viables?
martes, 27 de octubre de 2015
Llamamiento católico por el cambio climático
REUTERS
Los líderes católicos de todo el mundo hicieron el lunes un llamamiento conjunto para que la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático genere un acuerdo "justo, vinculante y verdaderamente transformador".
Cardenales y obispos firmaron el documento en el Vaticano, argumentando que el cambio climático estaba vinculado "a la injusticia social y a la exclusión social de los más pobres y los más vulnerables de nuestros ciudadanos".
El mensaje que consta de 10 puntos se basa en la encíclica "Laudato Si" que el Papa Francisco publicó en junio pasado y en la que demanda una acción urgente para salvar el planeta de la ruina ambiental.
"Creyentes o no, estamos de acuerdo hoy que la tierra es esencialmente una herencia compartida, cuyos frutos tienen el propósito de beneficiar a todos", dijeron los líderes católicos en el documento que será entregado en la Cumbre de París, que se realizará del 30 noviembre al 11 diciembre.
"Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, ya que Dios creó el mundo para todos. Por lo tanto cada enfoque ecológico necesita incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los pobres y los desfavorecidos", sostuvo.
Las disputas sobre la financiación para los países pobres han obstaculizado las negociaciones entre casi 200 naciones, que están en una carrera contrarreloj para sellar un acuerdo en la cumbre de París sobre combatir el calentamiento global.
THE NEW YORK TIMES
Roman Catholic cardinals, patriarchs and bishops from around the world on Monday appealed to climate-change negotiators to approve a “fair, legally binding and truly transformational climate agreement” when they meet at a widely anticipated United Nations conference in Paris next month.
Representatives of the church from five continents signed the appeal in Vatican City. They said it was inspired by Pope Francis’ sweeping encyclical on the environment, “Laudato Si,” issued in June, which forcefully calls for action to stem environmental destruction and climate change.
The prelates’ appeal calls for a “major breakthrough in Paris” that puts “the common good ahead of national interests,” and advances a 10-point policy proposal “drawing on the concrete experience of people across the continents, and linking climate change to social injustice and the social exclusion of the poorest and most vulnerable of our citizens,” they wrote.
The proposal includes putting “an end to the fossil fuel era,” phasing out emissions by midcentury and providing “affordable, reliable and safe renewable energy access for all.” It also calls for the development of “new models of development and lifestyle.”
Governments must also set limits to global temperature increases, the appeal stated. Decisions made in Paris must be legally binding, the prelates said.
“It’s not a wish or a recommendation but something that is going to tie the hands of governments, we hope,” Cardinal Oswald Gracias, archbishop of Mumbai, India, said at a news conference Monday.
The church has a duty, he said, to bring “ethical considerations” to the forefront of the climate talks in Paris from Nov. 30 to Dec. 11.
The appeal, Cardinal Gracias said, was a “historic occasion” and the first time that Catholic leaders representing all regional and national bishops conferences had presented a joint appeal.
The reason for the petition was simple, he said: “We are experiencing very much the effects of climate change.”
Archbishop John Ribat of Port Moresby, Papua New Guinea, who is the president of the Federation of Episcopal Conferences of Oceania, said islands had been especially hard hit by climate-induced rising sea levels. “Our life,” in Oceania, “is at stake,” he said.
He called the Paris meeting a critical turning point. “Business as usual is neither viable nor respecting human dignity, cultures that have evolved over ten thousand years will be extinguished,” if Paris fails, he said.
Pope Francis has made care for the environment one of the platforms of his papacy, and the Vatican has organized international conferences to press the issue.
“It’s very important to have a variety of actors like the church who take a stance, because the changes that are required involve much more than decisions at the political and economic level,” said Prof. Jean-Pascal van Ypersele of the Catholic University of Leuven in Belgium, a former vice president of the Intergovernmental Panel on Climate Change. “They involve a cultural change everywhere around the planet. The church can be a very important player in that context.”
The church has also been attuned to the social injustice effected by climate change. “A common rule is that the poor are the most vulnerable, while they are also the least responsible for the greenhouse-gas emissions,” Professor van Ypersele said, describing it as a “double injustice.”
But the rich, he said, should not believe that they can escape the impact of climate change. “We all share the same planet, the same boat,” he said. “If we sink to the bottom of the ocean, we all sink together.”
Cardenales y obispos firmaron el documento en el Vaticano, argumentando que el cambio climático estaba vinculado "a la injusticia social y a la exclusión social de los más pobres y los más vulnerables de nuestros ciudadanos".
El mensaje que consta de 10 puntos se basa en la encíclica "Laudato Si" que el Papa Francisco publicó en junio pasado y en la que demanda una acción urgente para salvar el planeta de la ruina ambiental.
"Creyentes o no, estamos de acuerdo hoy que la tierra es esencialmente una herencia compartida, cuyos frutos tienen el propósito de beneficiar a todos", dijeron los líderes católicos en el documento que será entregado en la Cumbre de París, que se realizará del 30 noviembre al 11 diciembre.
"Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, ya que Dios creó el mundo para todos. Por lo tanto cada enfoque ecológico necesita incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los pobres y los desfavorecidos", sostuvo.
Las disputas sobre la financiación para los países pobres han obstaculizado las negociaciones entre casi 200 naciones, que están en una carrera contrarreloj para sellar un acuerdo en la cumbre de París sobre combatir el calentamiento global.
THE NEW YORK TIMES
Roman Catholic cardinals, patriarchs and bishops from around the world on Monday appealed to climate-change negotiators to approve a “fair, legally binding and truly transformational climate agreement” when they meet at a widely anticipated United Nations conference in Paris next month.
Representatives of the church from five continents signed the appeal in Vatican City. They said it was inspired by Pope Francis’ sweeping encyclical on the environment, “Laudato Si,” issued in June, which forcefully calls for action to stem environmental destruction and climate change.
The prelates’ appeal calls for a “major breakthrough in Paris” that puts “the common good ahead of national interests,” and advances a 10-point policy proposal “drawing on the concrete experience of people across the continents, and linking climate change to social injustice and the social exclusion of the poorest and most vulnerable of our citizens,” they wrote.
The proposal includes putting “an end to the fossil fuel era,” phasing out emissions by midcentury and providing “affordable, reliable and safe renewable energy access for all.” It also calls for the development of “new models of development and lifestyle.”
Governments must also set limits to global temperature increases, the appeal stated. Decisions made in Paris must be legally binding, the prelates said.
“It’s not a wish or a recommendation but something that is going to tie the hands of governments, we hope,” Cardinal Oswald Gracias, archbishop of Mumbai, India, said at a news conference Monday.
The church has a duty, he said, to bring “ethical considerations” to the forefront of the climate talks in Paris from Nov. 30 to Dec. 11.
The appeal, Cardinal Gracias said, was a “historic occasion” and the first time that Catholic leaders representing all regional and national bishops conferences had presented a joint appeal.
The reason for the petition was simple, he said: “We are experiencing very much the effects of climate change.”
Archbishop John Ribat of Port Moresby, Papua New Guinea, who is the president of the Federation of Episcopal Conferences of Oceania, said islands had been especially hard hit by climate-induced rising sea levels. “Our life,” in Oceania, “is at stake,” he said.
He called the Paris meeting a critical turning point. “Business as usual is neither viable nor respecting human dignity, cultures that have evolved over ten thousand years will be extinguished,” if Paris fails, he said.
Pope Francis has made care for the environment one of the platforms of his papacy, and the Vatican has organized international conferences to press the issue.
“It’s very important to have a variety of actors like the church who take a stance, because the changes that are required involve much more than decisions at the political and economic level,” said Prof. Jean-Pascal van Ypersele of the Catholic University of Leuven in Belgium, a former vice president of the Intergovernmental Panel on Climate Change. “They involve a cultural change everywhere around the planet. The church can be a very important player in that context.”
The church has also been attuned to the social injustice effected by climate change. “A common rule is that the poor are the most vulnerable, while they are also the least responsible for the greenhouse-gas emissions,” Professor van Ypersele said, describing it as a “double injustice.”
But the rich, he said, should not believe that they can escape the impact of climate change. “We all share the same planet, the same boat,” he said. “If we sink to the bottom of the ocean, we all sink together.”
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Papa Francisco
viernes, 16 de octubre de 2015
Apoyo a la llamada del Papa por la ecología humana
A los Jefes de Estado y de Gobierno de los países participantes en la XXI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (30 noviembre - 15 diciembre 2015, París).
En nombre de nuestros niños, que sin vuestro compromiso, heredarán un planeta degradado y peligroso.
En nombre de los pobres y del planeta, primeras víctimas de la contaminación y del impacto del cambio climático.
En nombre de toda la familia humana, en la que no hay fronteras y barreras políticas o sociales que os permitan eximiros de vuestra responsabilidad.
Os pido que acojáis el llamamiento que ha lanzado el Papa Francisco en la encíclica “Laudato sii’” sobre el “cuidado de la casa común”, en la que reconoce que la humanidad está aún a tiempo para evitar la catástrofe ecológica y os pide compromisos concretos por "una auténtica ecología humana”.
En las deliberaciones de vuestra Conferencia sobre el Cambio Climático, os pido que escuchéis el llamamiento lanzado por Francisco de respetar el clima como “un bien común, de todos y para todos” (n. 23).
En la encíclica, el Papa reconoce: “Los cambios climáticos son un problema global con graves implicaciones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y constituyen uno de los principales desafíos actuales para la humanidad. Los impactos más duros probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en vías de desarrollo” (n. 25).
Pos estos motivos, Francisco lanza esta petición que yo hago mía: “Se ha hecho urgente y apremiante el desarrollo de políticas para que en los próximos años, la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes se reduzca drásticamente, por ejemplo, sustityuendo los combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable” (n. 26).
Estamos aún a tiempo para salvar el planeta que entregaremos a nuestros hijos. Por este motivo, firmo esta petición y os pido que respondáis con compromisos concretos al llamamiento del Papa.
En nombre de nuestros niños, que sin vuestro compromiso, heredarán un planeta degradado y peligroso.
En nombre de los pobres y del planeta, primeras víctimas de la contaminación y del impacto del cambio climático.
En nombre de toda la familia humana, en la que no hay fronteras y barreras políticas o sociales que os permitan eximiros de vuestra responsabilidad.
Os pido que acojáis el llamamiento que ha lanzado el Papa Francisco en la encíclica “Laudato sii’” sobre el “cuidado de la casa común”, en la que reconoce que la humanidad está aún a tiempo para evitar la catástrofe ecológica y os pide compromisos concretos por "una auténtica ecología humana”.
En las deliberaciones de vuestra Conferencia sobre el Cambio Climático, os pido que escuchéis el llamamiento lanzado por Francisco de respetar el clima como “un bien común, de todos y para todos” (n. 23).
En la encíclica, el Papa reconoce: “Los cambios climáticos son un problema global con graves implicaciones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y constituyen uno de los principales desafíos actuales para la humanidad. Los impactos más duros probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en vías de desarrollo” (n. 25).
Pos estos motivos, Francisco lanza esta petición que yo hago mía: “Se ha hecho urgente y apremiante el desarrollo de políticas para que en los próximos años, la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes se reduzca drásticamente, por ejemplo, sustityuendo los combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable” (n. 26).
Estamos aún a tiempo para salvar el planeta que entregaremos a nuestros hijos. Por este motivo, firmo esta petición y os pido que respondáis con compromisos concretos al llamamiento del Papa.
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Papa Francisco
viernes, 18 de septiembre de 2015
Comentario sobre Laudato Si'
Comentario sobre la encíclica Laudato Si' publicado por Andrés Jiménez en el número 293 (agosto 2015) de la revista Hágase Estar (revista católica de actualidad y de testimonios).
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jueves, 17 de septiembre de 2015
Dar agua, no es el problema
Publicado por José Manuel Belmonte en la web de la Asociación de Investigadores y Profesionales por la Ética (Cívica).
Enlace
Intentar retener, sea lo que sea, va contra la corriente de la vida.
Es curioso, que año tras año, desde hace mucho tiempo se intente dar solución a un problema de forma equivocada. Se pone en ello, voluntad, empeño, incluso descalificando a una de las partes, sea de derechas o de izquierdas.
La guerra del agua parecía superada desde octubre de 2013, cuando el Gobierno y las cinco comunidades autónomas dependientes del río Tajo, entonces todas del PP suscribieron un pacto sobre los trasvases.
Pero, cambiado los gobiernos, se hacen llamadas para que la población se levante y haga ruido, para salir en los medios y decir que no se puede dar lo que no se tiene. Y es verdad. Tienen razón. No se puede dar agua desde el Centro, si no se tiene. Lo diga el gobierno de Toledo o el gobierno central.
Pasan del escarceo dialéctico a la descalificación, como si el adversario fuera el causante. Ponen, una vez más de manifiesto que no han dado con el problema y tampoco con la solución.
El drama de España es que todos quieren ser dueños de algo que no les pertenece, por ninguna razón. Ningún político es dueño de las nubes, aunque alguno pueda dedicar su tiempo a contarlas. Como las nubes, ellos pasan. Aquellas, cuando pasan, dejan el cielo limpio y con más luz; ellos no pueden decir lo mismo.
Los manantiales y las nubes son generosas. Dan lo que tienen. Fluyen. Dejan ir lo que les viene sin ponerle trabas. Y dejan que se vaya lo que tiene que irse, cuando tenga que irse a donde tenga que ir. Las nubes es que son libres, como el viento, y no llueven a capricho de nadie.
Tenemos, en el Centro, los embalses más capaces de toda la península. Muchos no saben por qué y a otros no les interesa saberlo, porque cierta memoria no pasa por el agua. Así que nadie negará, porque no puede ocultarse, la capacidad de los embalses, ni su utilidad.
Desde el Plan Nacional de Obras Hidráulicas, que diseñó Indalecio Prieto, poco o nada se ha hecho con visión global y de futuro. El último intento de poner en marcha un Plan Hidrológico Nacional, se lo cargó, sin ofrecer alternativa, el PSOE de Zapatero. Prefirieron mentir a los ciudadanos, diciendo que la solución estaba en las DESALADORAS, que han sido un fracaso. Rajoy, en esto del agua y en otras cuestiones, se ha limitado a "pasar", con más pena y complejo que acierto. Los presidentes Autonómicos, desde que existen las Autonomías, han barrido para casa, sin mejorar en absoluto y sin que los ciudadanos sepan dónde han ido a parar los millones que el agua ha generado.
Es cierto, los pantanos no tienen agua. Están al mínimo. El porcentaje es algo que determinan los expertos. Yo, sin ser experto, lo he visto antes y ahora, porque vivo aquí. He visto los días de gloria, con barcos y con playa, y ahora he visto ahí mismo a los rebaños. ¿Alguien les ha pedido cuentas? Quienes han gobernado, ¿han dado cuenta a los votantes?
Pues, ahora, más que nunca, están en una discusión político-bizantina: no vamos a dar agua-dicen-, no vamos a trasvasar ni a Murcia ni a la Comunidad Valenciana, porque no hay. No hay porque no llueve, porque en la cuenca de la cabecera del Tajo y del Guadiela se suceden los años de sequia. Y mientras, una vez más, el gobierno central ha ordenado un nuevo trasvase sin tener en cuenta el nivel de los pantanos, o sin hacer caso a quienes sí sabían la escasez y contra lo que estaba pactado. Desde Valencia se apoya, claro. Mònica Oltra aboga por un gran pacto para gestionar el agua, 'pero ahora hay que aplicar una norma legal porque los agricultores lo necesitan'.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA-Murcia) no están contentos. Querían más agua. Lo calificande “agresión a los regantes del trasvase, un golpe a la actividad económica y un mazazo al empleo”.
En la línea de los murcianos se expresan en Alicante. El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, mostró su “descontento” porque son “cinco hectómetros menos de los que se hubieran podido aprobar por ley”.
La consejera de Fomento del Gobierno socialista de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, califica de “simple venganza política” el nuevo trasvase de 15 hectómetros cúbicos aprobado por el ministerio de Agricultura. Califica la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy de "un secretismo impropio de un país avanzado”. Están dispuestos a recurrir el desembalse.
La ex-presidenta de la Diputación de Guadalajara Ana Guarinos, ha criticado la visita del Presidente autonómico a la zona de los Pantanos por “demagógica y electoralista” porque “si hay un culpable en materia del agua en Castilla-La Mancha y en Guadalajara ese es el PSOE que apoyó la derogación del Plan Hidrológico Nacional, plegándose a los intereses de Zapatero y de los nacionalistas, en claro perjuicio de Castilla-La Mancha y Guadalajara”.
Por su parte Antonio Román, diputado nacional del PP y alcalde de Guadalajara, reclama al gobierno de Castilla-La Mancha que destine a los municipios ribereños con carácter retroactivo, los cien millones que la región recibió en compensación por el trasvase durante los 28 años de gobierno socialista". Otro tema, no tan claro como el agua. Nada es gratis. Pero...¿a dónde va el precio de trasvasar?
¿Van a hacer algo y poner remedio? No. De eso no se habla.
Nadie ha traído agua a los pantanos, sólo las fuentes y las nubes. Y en esas estamos a finales de agosto 2015. Nadie, ni los políticos del interior, ni los de la costa, ni los del gobierno de la nación, se han preocupado de traer agua aquí, para poder dar a quien lo necesite (de aquí o de más allá). No lo han hecho ni han movido un dedo, durante 45 años. No hay una política nacional del agua, como en Francia y otros países europeos. El futuro y el progreso lo exigen, pero...
Ninguno ha ofrecido otra solución que culpar al adversario y amenazar con cerrar el grifo. Cada legislatura, la teoría de la goma, del tira y afloja o del, y tú más.
Dar, sí es la solución. Poner los medios para que haya agua para dar, sí es la solución. Nadie pone el dedo en la llaga, nadie dice: "si no hay agua vamos a traerla". ¡Pónganse a ello! ¡Mójense! Agua sí ha habido... y se ha tirado al mar. Agua si hay y se sigue tirando. Agua habrá y se seguirá desperdiciando y arrojando al mar, si los políticos de turno no quieren solucionar el problema, ni aceptar que el agua es de todos... Ellos son el problema. Ellos y las Autonomías, claro.
Lo escribí cuando la lluvia intensa y el deshielo, desbordaban el Ebro en varios tramos de su cauce, ocasionando pérdidas millonarias a los agricultores y ganaderos, pero también a los comerciantes y a los vecinos de varias localidades de la Rioja, y Aragón, sobre todo. Finalmente cientos de Hm3 de agua iba por Cataluña al mar, sin que nadie la aprovechara, encauzara, ni embalsara, para su posterior utilización.
Mientras los Hectómetros sobrantes de agua, destruían haciendas y dañaban obras públicas y mientras el resto se perdía en el Mediterráneo, el Gobierno de España ordenaba trasvases al Levante, del escaso agua que tenían los embalses de Guadalajara. Y ni los gobernantes de Castilla La Mancha hicieron nada, ni se hizo nada en la Rioja, ni en Aragón, ni tampoco en Cataluña, o en el resto de las 7 Autonomías de la cuenca del Ebro, como si el agua no fuera su problema. El Estado aportó, así lo prometió el gobierno, cientos de millones de euros a los damnificados y ahí terminó el problema. Nadie quiso remover las aguas, porque las elecciones estaban a las puertas, y el PP muy desgastado, prefirió pagar y callar. Mis escritos están ahí. Ahora, después de aquellos desastres y de las elecciones, estamos peor aún.
Sí, porque después de las elecciones se han ordenado nuevos trasvases de la cabecera del Tajo hacia Levante. Ahora son los socialistas, que gobiernan en Castilla la Mancha con Podemos, quienes han dicho que no envían agua a Valencia, aunque desde allí, los también socialistas-con-podemos, reclaman la llegada del agua, por la difícil situación que atraviesan en esas tierras.
Pero, siguen diciendo: "¡siempre estamos lo mismo!". Y los pueblos ribereños de los mayores pantanos de España, corean: "¡Ni una gota más!", "¡Queremos soluciones, de una vez por todas!", "¡Nosotros también queremos agua!".
Aquí, no somos insolidarios. Sabemos que la generosidad antes o después obtiene una respuesta de felicidad. Así que la gente que vive aquí quiere dar agua a quien la necesite y a donde la necesiten. Pero queremos que la gente del sureste y del levante, y los políticos todos entiendan que NECESITAMOS AGUA PARA DAR. Y la condición, que todos debemos intentar es que se traiga, porque no se puede dar lo que no se tiene.
El agua no puede ser un elemento de discordia en periodo electoral. La necesidad de agua debes ser un reto para de una vez por todas dar una solución.Sí hay agua, lo que no hay es voluntad. Lo importante es hacer un Plan y ponerse manos a la obra para hacer infraestructuras, para que el agua llegue. La gente estaría encantada de repartir, no lo duden.
La escasez de agua aquí, pone de manifiesto la carencia de voluntad política para pensar y realizar una solución nacional y justa.
Intentar retener, sea lo que sea, va contra la corriente de la vida.
Es curioso, que año tras año, desde hace mucho tiempo se intente dar solución a un problema de forma equivocada. Se pone en ello, voluntad, empeño, incluso descalificando a una de las partes, sea de derechas o de izquierdas.
La guerra del agua parecía superada desde octubre de 2013, cuando el Gobierno y las cinco comunidades autónomas dependientes del río Tajo, entonces todas del PP suscribieron un pacto sobre los trasvases.
Pero, cambiado los gobiernos, se hacen llamadas para que la población se levante y haga ruido, para salir en los medios y decir que no se puede dar lo que no se tiene. Y es verdad. Tienen razón. No se puede dar agua desde el Centro, si no se tiene. Lo diga el gobierno de Toledo o el gobierno central.
Pasan del escarceo dialéctico a la descalificación, como si el adversario fuera el causante. Ponen, una vez más de manifiesto que no han dado con el problema y tampoco con la solución.
El drama de España es que todos quieren ser dueños de algo que no les pertenece, por ninguna razón. Ningún político es dueño de las nubes, aunque alguno pueda dedicar su tiempo a contarlas. Como las nubes, ellos pasan. Aquellas, cuando pasan, dejan el cielo limpio y con más luz; ellos no pueden decir lo mismo.
Los manantiales y las nubes son generosas. Dan lo que tienen. Fluyen. Dejan ir lo que les viene sin ponerle trabas. Y dejan que se vaya lo que tiene que irse, cuando tenga que irse a donde tenga que ir. Las nubes es que son libres, como el viento, y no llueven a capricho de nadie.
Tenemos, en el Centro, los embalses más capaces de toda la península. Muchos no saben por qué y a otros no les interesa saberlo, porque cierta memoria no pasa por el agua. Así que nadie negará, porque no puede ocultarse, la capacidad de los embalses, ni su utilidad.
Desde el Plan Nacional de Obras Hidráulicas, que diseñó Indalecio Prieto, poco o nada se ha hecho con visión global y de futuro. El último intento de poner en marcha un Plan Hidrológico Nacional, se lo cargó, sin ofrecer alternativa, el PSOE de Zapatero. Prefirieron mentir a los ciudadanos, diciendo que la solución estaba en las DESALADORAS, que han sido un fracaso. Rajoy, en esto del agua y en otras cuestiones, se ha limitado a "pasar", con más pena y complejo que acierto. Los presidentes Autonómicos, desde que existen las Autonomías, han barrido para casa, sin mejorar en absoluto y sin que los ciudadanos sepan dónde han ido a parar los millones que el agua ha generado.
Es cierto, los pantanos no tienen agua. Están al mínimo. El porcentaje es algo que determinan los expertos. Yo, sin ser experto, lo he visto antes y ahora, porque vivo aquí. He visto los días de gloria, con barcos y con playa, y ahora he visto ahí mismo a los rebaños. ¿Alguien les ha pedido cuentas? Quienes han gobernado, ¿han dado cuenta a los votantes?
Pues, ahora, más que nunca, están en una discusión político-bizantina: no vamos a dar agua-dicen-, no vamos a trasvasar ni a Murcia ni a la Comunidad Valenciana, porque no hay. No hay porque no llueve, porque en la cuenca de la cabecera del Tajo y del Guadiela se suceden los años de sequia. Y mientras, una vez más, el gobierno central ha ordenado un nuevo trasvase sin tener en cuenta el nivel de los pantanos, o sin hacer caso a quienes sí sabían la escasez y contra lo que estaba pactado. Desde Valencia se apoya, claro. Mònica Oltra aboga por un gran pacto para gestionar el agua, 'pero ahora hay que aplicar una norma legal porque los agricultores lo necesitan'.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA-Murcia) no están contentos. Querían más agua. Lo calificande “agresión a los regantes del trasvase, un golpe a la actividad económica y un mazazo al empleo”.
En la línea de los murcianos se expresan en Alicante. El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, mostró su “descontento” porque son “cinco hectómetros menos de los que se hubieran podido aprobar por ley”.
La consejera de Fomento del Gobierno socialista de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, califica de “simple venganza política” el nuevo trasvase de 15 hectómetros cúbicos aprobado por el ministerio de Agricultura. Califica la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy de "un secretismo impropio de un país avanzado”. Están dispuestos a recurrir el desembalse.
La ex-presidenta de la Diputación de Guadalajara Ana Guarinos, ha criticado la visita del Presidente autonómico a la zona de los Pantanos por “demagógica y electoralista” porque “si hay un culpable en materia del agua en Castilla-La Mancha y en Guadalajara ese es el PSOE que apoyó la derogación del Plan Hidrológico Nacional, plegándose a los intereses de Zapatero y de los nacionalistas, en claro perjuicio de Castilla-La Mancha y Guadalajara”.
Por su parte Antonio Román, diputado nacional del PP y alcalde de Guadalajara, reclama al gobierno de Castilla-La Mancha que destine a los municipios ribereños con carácter retroactivo, los cien millones que la región recibió en compensación por el trasvase durante los 28 años de gobierno socialista". Otro tema, no tan claro como el agua. Nada es gratis. Pero...¿a dónde va el precio de trasvasar?
¿Van a hacer algo y poner remedio? No. De eso no se habla.
Nadie ha traído agua a los pantanos, sólo las fuentes y las nubes. Y en esas estamos a finales de agosto 2015. Nadie, ni los políticos del interior, ni los de la costa, ni los del gobierno de la nación, se han preocupado de traer agua aquí, para poder dar a quien lo necesite (de aquí o de más allá). No lo han hecho ni han movido un dedo, durante 45 años. No hay una política nacional del agua, como en Francia y otros países europeos. El futuro y el progreso lo exigen, pero...
Ninguno ha ofrecido otra solución que culpar al adversario y amenazar con cerrar el grifo. Cada legislatura, la teoría de la goma, del tira y afloja o del, y tú más.
Dar, sí es la solución. Poner los medios para que haya agua para dar, sí es la solución. Nadie pone el dedo en la llaga, nadie dice: "si no hay agua vamos a traerla". ¡Pónganse a ello! ¡Mójense! Agua sí ha habido... y se ha tirado al mar. Agua si hay y se sigue tirando. Agua habrá y se seguirá desperdiciando y arrojando al mar, si los políticos de turno no quieren solucionar el problema, ni aceptar que el agua es de todos... Ellos son el problema. Ellos y las Autonomías, claro.
Lo escribí cuando la lluvia intensa y el deshielo, desbordaban el Ebro en varios tramos de su cauce, ocasionando pérdidas millonarias a los agricultores y ganaderos, pero también a los comerciantes y a los vecinos de varias localidades de la Rioja, y Aragón, sobre todo. Finalmente cientos de Hm3 de agua iba por Cataluña al mar, sin que nadie la aprovechara, encauzara, ni embalsara, para su posterior utilización.
Mientras los Hectómetros sobrantes de agua, destruían haciendas y dañaban obras públicas y mientras el resto se perdía en el Mediterráneo, el Gobierno de España ordenaba trasvases al Levante, del escaso agua que tenían los embalses de Guadalajara. Y ni los gobernantes de Castilla La Mancha hicieron nada, ni se hizo nada en la Rioja, ni en Aragón, ni tampoco en Cataluña, o en el resto de las 7 Autonomías de la cuenca del Ebro, como si el agua no fuera su problema. El Estado aportó, así lo prometió el gobierno, cientos de millones de euros a los damnificados y ahí terminó el problema. Nadie quiso remover las aguas, porque las elecciones estaban a las puertas, y el PP muy desgastado, prefirió pagar y callar. Mis escritos están ahí. Ahora, después de aquellos desastres y de las elecciones, estamos peor aún.
Sí, porque después de las elecciones se han ordenado nuevos trasvases de la cabecera del Tajo hacia Levante. Ahora son los socialistas, que gobiernan en Castilla la Mancha con Podemos, quienes han dicho que no envían agua a Valencia, aunque desde allí, los también socialistas-con-podemos, reclaman la llegada del agua, por la difícil situación que atraviesan en esas tierras.
Pero, siguen diciendo: "¡siempre estamos lo mismo!". Y los pueblos ribereños de los mayores pantanos de España, corean: "¡Ni una gota más!", "¡Queremos soluciones, de una vez por todas!", "¡Nosotros también queremos agua!".
Aquí, no somos insolidarios. Sabemos que la generosidad antes o después obtiene una respuesta de felicidad. Así que la gente que vive aquí quiere dar agua a quien la necesite y a donde la necesiten. Pero queremos que la gente del sureste y del levante, y los políticos todos entiendan que NECESITAMOS AGUA PARA DAR. Y la condición, que todos debemos intentar es que se traiga, porque no se puede dar lo que no se tiene.
El agua no puede ser un elemento de discordia en periodo electoral. La necesidad de agua debes ser un reto para de una vez por todas dar una solución.Sí hay agua, lo que no hay es voluntad. Lo importante es hacer un Plan y ponerse manos a la obra para hacer infraestructuras, para que el agua llegue. La gente estaría encantada de repartir, no lo duden.
La escasez de agua aquí, pone de manifiesto la carencia de voluntad política para pensar y realizar una solución nacional y justa.
La seriedad ecológica
Publicado por José María Montiu de Nuix en la web de la Asociación de Investigadores y Profesionales por la Ética (Cívica).
Enlace
El papa Francisco, en su encíclica Laudato si, ha realizado una propuesta verdaderamente interesante: ha invitado a elaborar un “ecologismo serio” y ha indicado algunos de los presupuestos que ello requeriría.
El primer presupuesto para que haya un ecologismo serio es la negación del relativismo, el respeto a la “verdad” y el “rigor” intelectual consiguiente. Recientemente, un coche causó la muerte de varias personas, entre ellas una mujer, cuyo embarazo se encontraba ya muy avanzado. También murió el niño que llevaba en su vientre. Sin embargo, algunos periodistas, haciendo gala de su carencia de rigor aritmético - informativo, notificaron el suceso sin que llegaran a contar al niño entre los fallecidos.
La problemática ecológica tiene por objeto la totalidad de un Cosmos en el que todo está interrelacionado. Incluye incluso algunos conocimientos extraordinariamente complejos. No basta una solución superficial, hay que ir a las raíces mismas del problema. Se sigue que la ecología, además de necesitar de ciencias particulares rigurosas –ciencias naturales,…-, requiere también de un saber universal que logre ser muy profundo. Dicho en otras palabras, por lo que respecta al conocimiento natural humano, precisa de una verdadera filosofía. Por consiguiente, la ecología sólo podrá fundamentarse en lo que clásicamente se ha denominado “metafísica”.
Una ecología seria ha de ser una ecología integral. Sería absurda una ecología de la Naturaleza que estuviese cerrada a las naturalezas humanas. La misma requiere del “humanismo” como de uno de sus grandes presupuestos. No obstante, la era atómica, la era espacial,…, demuestra constantemente, con los hechos mismos, que está dotada de un importante déficit de humanismo. Si el siglo XX fue el siglo de los mártires y el de las guerras mundiales, el siglo XXI se encuentra inmerso en graves problemas: a) tantos millones de abortos, b) los excluidos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas (cf. Laudato si, n. 49), c) el drama de los refugiados, d) el desequilibrio entre el Norte y el Sur que ocasiona tantas muertes en el Mediterráneo, e) la persecución religiosa, f) la contaminación que provoca millones de muertes prematuras (Ibidem, n. 20), g) la dictadura que sobre la política están ejerciendo el mercado, las finanzas y la tecnolatría, h) el peligro de una posible destrucción de la Tierra,... Este nuevo panorama mundial muestra claramente como la suposición según la cual el progreso económico, científico y tecnológico, resultaría suficiente para resolver todos los problemas de la humanidad, no es sino un mero mito de la modernidad.
Así pues, son los hechos mismos los que están mostrando que el nivel de humanismo logrado por la actual cultura del reduccionismo científico – tecnológico resulta ser muy inferior al alcanzado por el pensamiento cristiano, cuya síntesis es la caridad, el amor. Por consiguiente, si aquella frecuentemente fue crítica para con ésta, deberá despertar de su sueño y lograr asemejarse más al humanismo cristiano.
El papa Francisco, en su encíclica Laudato si, ha realizado una propuesta verdaderamente interesante: ha invitado a elaborar un “ecologismo serio” y ha indicado algunos de los presupuestos que ello requeriría.
El primer presupuesto para que haya un ecologismo serio es la negación del relativismo, el respeto a la “verdad” y el “rigor” intelectual consiguiente. Recientemente, un coche causó la muerte de varias personas, entre ellas una mujer, cuyo embarazo se encontraba ya muy avanzado. También murió el niño que llevaba en su vientre. Sin embargo, algunos periodistas, haciendo gala de su carencia de rigor aritmético - informativo, notificaron el suceso sin que llegaran a contar al niño entre los fallecidos.
La problemática ecológica tiene por objeto la totalidad de un Cosmos en el que todo está interrelacionado. Incluye incluso algunos conocimientos extraordinariamente complejos. No basta una solución superficial, hay que ir a las raíces mismas del problema. Se sigue que la ecología, además de necesitar de ciencias particulares rigurosas –ciencias naturales,…-, requiere también de un saber universal que logre ser muy profundo. Dicho en otras palabras, por lo que respecta al conocimiento natural humano, precisa de una verdadera filosofía. Por consiguiente, la ecología sólo podrá fundamentarse en lo que clásicamente se ha denominado “metafísica”.
Una ecología seria ha de ser una ecología integral. Sería absurda una ecología de la Naturaleza que estuviese cerrada a las naturalezas humanas. La misma requiere del “humanismo” como de uno de sus grandes presupuestos. No obstante, la era atómica, la era espacial,…, demuestra constantemente, con los hechos mismos, que está dotada de un importante déficit de humanismo. Si el siglo XX fue el siglo de los mártires y el de las guerras mundiales, el siglo XXI se encuentra inmerso en graves problemas: a) tantos millones de abortos, b) los excluidos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas (cf. Laudato si, n. 49), c) el drama de los refugiados, d) el desequilibrio entre el Norte y el Sur que ocasiona tantas muertes en el Mediterráneo, e) la persecución religiosa, f) la contaminación que provoca millones de muertes prematuras (Ibidem, n. 20), g) la dictadura que sobre la política están ejerciendo el mercado, las finanzas y la tecnolatría, h) el peligro de una posible destrucción de la Tierra,... Este nuevo panorama mundial muestra claramente como la suposición según la cual el progreso económico, científico y tecnológico, resultaría suficiente para resolver todos los problemas de la humanidad, no es sino un mero mito de la modernidad.
Así pues, son los hechos mismos los que están mostrando que el nivel de humanismo logrado por la actual cultura del reduccionismo científico – tecnológico resulta ser muy inferior al alcanzado por el pensamiento cristiano, cuya síntesis es la caridad, el amor. Por consiguiente, si aquella frecuentemente fue crítica para con ésta, deberá despertar de su sueño y lograr asemejarse más al humanismo cristiano.
Laudato Si'... una llamada a un uso racional de la naturaleza
Publicado por Nicolás Jouve en la web de la Asociación de Investigadores y Profesionales por la Ética (Cívica).
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A nadie se le oculta el interés y la oportunidad de la reciente carta encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, Laudato si’. En ella se abordan todos los aspectos de los efectos negativos de las actividades del hombre sobre su entorno natural… contaminación, calentamiento global, deforestación, desertización, degradación ambiental… y sobre todo las consecuencias sociales que todo esto conlleva para los más pobres y desatendidos… Por ello nos recuerda el Papa que “el medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos”.
En un pasaje de la carta, señala el Papa Francico que “la pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios. Las diversas especies contienen genes que pueden ser recursos claves para resolver en el futuro alguna necesidad humana o para regular algún problema ambiental”. Se refiere el Papa a los recursos genéticos que ofrecen las restantes especies. Esto se debe a la homología que existe entre los genes que son comunes o equivalentes desde el punto de vista funcional a los que poseen otras especies. Dado el parentesco evolutivo existente las diferentes especies conservan genes y zonas del genoma comunes procedentes de las especies preexistentes ya extinguidas. Las especies actuales tienen en su patrimonio genético versiones parecidas de los mismos genes, siendo las diferencias la consecuencia de la selección natural que permite la continuidad de las mejores variantes en cada línea evolutiva, dentro de la diversidad existente producida por mutaciones espontáneas. Esto se ha evidenciado en los ya numerosos estudios de genómica comparada, que nos permiten reconocer la gran coincidencia encontrada en términos de porcentaje entre los genomas de las especies más próximas, que en el caso humano serían los homínidos, el chimpancé, el gorila y el orangután, con los que en términos generales andamos en un 95% de ADN semejante.
Lo que apunta el Papa Francisco es la necesidad de conservar esta riqueza que se mantiene en todas las especies por suponer una fuente de recursos para resolver los posibles problemas con los que el hombre se ha de enfrentar en el futuro. No se trata de una visión utilitarista de la vida –ahora que sabemos más y sabemos cómo manipular los genes vamos a aprovecharnos de ello–, sino de una actualización de un precepto sobre el que se sedimenta la cultura humana desde la perspectiva antropológica cristiana, y que desde el Génesis queda marcado, cuando se sentencia la orden de dominar la Tierra y cuanto en ella existe... Un dominio que ha de ser racional tal como también señalaba el Papa emérito Benedicto XVI, siendo aún cardenal, en su obra “Dios y el Mundo” cuando a la pregunta que le formulaba Peter Seewald, ¿podemos utilizar a nuestros animales e incluso comerlos?, responde que “esta es una cuestión muy seria. En cualquier caso, nos han sido dados para cuidarlos, no para tratarlos a nuestro antojo”, y continúa el Papa Ratzinger recordándonos que en la Sagrada Escritura al principio se habla de las plantas como alimento del ser humano y cómo tras el Diluvio, es decir, tras la nueva ruptura entre el ser humano y Dios, se deja a criterio de la persona comer carne. Esto ha sido siempre así, desde que en las primeras culturas se pasó de la recolección y la caza al cultivo de las plantas silvestres y la domesticación de los animales salvajes. Sin embargo, puntualiza el Papa emérito que el ser humano debe manifestar siempre respeto a todas las criaturas, pero también que no le está vedado alimentarse de ellas.
Sí, por supuesto, el hombre recibió el legado de la Naturaleza para su propia subsistencia y, como en todo lo que atañe a las acciones que se derivan de esta relación con su entorno, ha de primar el sentido común que nos obliga a hacer un uso racional de los inmensos recursos que este nos ofrece. Este llamamiento a la racionalidad es uno de los aspectos más llamativos e interesantes de la encíclica Laudato Si’, tal vez no el más importante pues en dicho documento prima sobre todo una apelación a resolver los graves problemas sociales que plantea la degradación ambiental.
De cualquier modo, reclama el Papa Francisco una mayor inversión en investigación para entender mejor el comportamiento de los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier modificación importante del ambiente. Por eso me parece muy relevante la relación que establece el Papa entre todos los elementos de la naturaleza, sin dejar de significar que el ser humano es una criatura más de este mundo, dotada, eso sí, de una dignidad especialísima, pero es a su vez la única especie que vive su vida conscientemente y que por tanto puede medir las consecuencias que para el ser humano y las restantes formas de vida tienen sus acciones. Por ello llama la atención el Papa sobre la pérdida del sentido de responsabilidad en la parecemos vivir, que hace que estemos convirtiendo la Tierra en un inmenso depósito de porquería, con efectos nocivos para las restantes especies, pero en especial para las personas más desfavorecidas. Por ello concluye el Papa Francisco que “no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas”.
A nadie se le oculta el interés y la oportunidad de la reciente carta encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, Laudato si’. En ella se abordan todos los aspectos de los efectos negativos de las actividades del hombre sobre su entorno natural… contaminación, calentamiento global, deforestación, desertización, degradación ambiental… y sobre todo las consecuencias sociales que todo esto conlleva para los más pobres y desatendidos… Por ello nos recuerda el Papa que “el medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos”.
En un pasaje de la carta, señala el Papa Francico que “la pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios. Las diversas especies contienen genes que pueden ser recursos claves para resolver en el futuro alguna necesidad humana o para regular algún problema ambiental”. Se refiere el Papa a los recursos genéticos que ofrecen las restantes especies. Esto se debe a la homología que existe entre los genes que son comunes o equivalentes desde el punto de vista funcional a los que poseen otras especies. Dado el parentesco evolutivo existente las diferentes especies conservan genes y zonas del genoma comunes procedentes de las especies preexistentes ya extinguidas. Las especies actuales tienen en su patrimonio genético versiones parecidas de los mismos genes, siendo las diferencias la consecuencia de la selección natural que permite la continuidad de las mejores variantes en cada línea evolutiva, dentro de la diversidad existente producida por mutaciones espontáneas. Esto se ha evidenciado en los ya numerosos estudios de genómica comparada, que nos permiten reconocer la gran coincidencia encontrada en términos de porcentaje entre los genomas de las especies más próximas, que en el caso humano serían los homínidos, el chimpancé, el gorila y el orangután, con los que en términos generales andamos en un 95% de ADN semejante.
Lo que apunta el Papa Francisco es la necesidad de conservar esta riqueza que se mantiene en todas las especies por suponer una fuente de recursos para resolver los posibles problemas con los que el hombre se ha de enfrentar en el futuro. No se trata de una visión utilitarista de la vida –ahora que sabemos más y sabemos cómo manipular los genes vamos a aprovecharnos de ello–, sino de una actualización de un precepto sobre el que se sedimenta la cultura humana desde la perspectiva antropológica cristiana, y que desde el Génesis queda marcado, cuando se sentencia la orden de dominar la Tierra y cuanto en ella existe... Un dominio que ha de ser racional tal como también señalaba el Papa emérito Benedicto XVI, siendo aún cardenal, en su obra “Dios y el Mundo” cuando a la pregunta que le formulaba Peter Seewald, ¿podemos utilizar a nuestros animales e incluso comerlos?, responde que “esta es una cuestión muy seria. En cualquier caso, nos han sido dados para cuidarlos, no para tratarlos a nuestro antojo”, y continúa el Papa Ratzinger recordándonos que en la Sagrada Escritura al principio se habla de las plantas como alimento del ser humano y cómo tras el Diluvio, es decir, tras la nueva ruptura entre el ser humano y Dios, se deja a criterio de la persona comer carne. Esto ha sido siempre así, desde que en las primeras culturas se pasó de la recolección y la caza al cultivo de las plantas silvestres y la domesticación de los animales salvajes. Sin embargo, puntualiza el Papa emérito que el ser humano debe manifestar siempre respeto a todas las criaturas, pero también que no le está vedado alimentarse de ellas.
Sí, por supuesto, el hombre recibió el legado de la Naturaleza para su propia subsistencia y, como en todo lo que atañe a las acciones que se derivan de esta relación con su entorno, ha de primar el sentido común que nos obliga a hacer un uso racional de los inmensos recursos que este nos ofrece. Este llamamiento a la racionalidad es uno de los aspectos más llamativos e interesantes de la encíclica Laudato Si’, tal vez no el más importante pues en dicho documento prima sobre todo una apelación a resolver los graves problemas sociales que plantea la degradación ambiental.
De cualquier modo, reclama el Papa Francisco una mayor inversión en investigación para entender mejor el comportamiento de los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier modificación importante del ambiente. Por eso me parece muy relevante la relación que establece el Papa entre todos los elementos de la naturaleza, sin dejar de significar que el ser humano es una criatura más de este mundo, dotada, eso sí, de una dignidad especialísima, pero es a su vez la única especie que vive su vida conscientemente y que por tanto puede medir las consecuencias que para el ser humano y las restantes formas de vida tienen sus acciones. Por ello llama la atención el Papa sobre la pérdida del sentido de responsabilidad en la parecemos vivir, que hace que estemos convirtiendo la Tierra en un inmenso depósito de porquería, con efectos nocivos para las restantes especies, pero en especial para las personas más desfavorecidas. Por ello concluye el Papa Francisco que “no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas”.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Padre Michael Czerny SJ sobre Laudato Si'
Enlace a la entrevista al Padre Michael Czerny en la Agencia Ecclesia, sobre la encíclica Laudato Si'.
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Padre Michael Czerny falou em conferência dedicada à nova encíclica de Francisco
Lisboa, 11 set 2015 (Ecclesia) – O jesuíta Michael Czerny, que integra o gabinete do presidente do Conselho Pontifício Justiça e Paz, disse hoje em Lisboa que o Papa dá uma nova dimensão ao debate sobre o “ambiente”, ao recordar a relação natureza-sociedade.
O colaborador do organismo da Santa Sé que auxiliou Francisco na elaboração da encíclica ‘Laudato Si’ falava na Fundação Calouste Gulbenkian, em Lisboa, durante a conferência ‘Cuidar da Casa Comum: que ecologia?’.
A intervenção partiu das interpretações da palavra “ecologia”, que está ligada ao termo “verde”, às “criaturas” da natureza, ao clima, para passar à definição de “ambiente” dada pelo Papa, que não é algo “verde, lá fora”, mas que começa em cada um e se estende para lá do que se “imagina”.
Nesse sentido, precisou que Francisco dá um maior destaque à “relação entre a natureza e a sociedade que vive nela, com os seus indivíduos”.
O orador citou o número 139 da mais recente encíclica papal, na qual se refere que rejeita uma interpretação da natureza como “algo separado”, um “palco” ou os “bastidores” de uma peça, lembrando que ela está “ligada” às escolhas do ser humano.
O padre Michael Czerny afirmou que, neste momento, “há muitas realidades periféricas onde estão a acontecer coisas boas”, convidando todos a acompanhar o Papa através da leitura da ‘Laudato si’, “uma viagem de vida, uma viagem de esperança”.
Para o especialista, a encíclica recorre à Ciência para “tomar dolorosamente consciência”, para “sofrer” e, em consequência, para “agir”, face ao “sofrimento da realidade, ao sofrimento da natureza e ao sofrimento dos pobres”.
O Papa consegue ligar as preocupações ambientais e sociais, sublinhando que estão ligadas à mesma “crise”.
Por isso, a ecologia de Francisco é “integral”, abrangendo questões ambientais, sociais, económicas, culturais e do quotidiano.
A sua proposta de solidariedade estende-se às gerações presentes e futuras, “aos que ainda não nasceram”, convidando todos ao “diálogo” necessário para encontrar soluções.
A conferência vai contar ainda com intervenções de Elena Lasida, professora do Instituto Católico de Paris, e Filipe Duarte Santos, físico da Universidade de Lisboa, que coordenou os primeiros estudos multidisciplinares sobre o impacto das alterações climáticas em Portugal.
Mais de 140 pessoas lotaram o auditório 3 da Fundação Calouste Gulbenkian, numa conferência que acontece no âmbito dos preparativos para a Cimeira de Paris, sendo promovida pela Associação Casa Velha - Ecologia e Espiritualidade, em parceria com a Fundação Fé e Cooperação (FEC), a Fundação Gonçalo da Silveira (FGS), a Agência ECCLESIA, a Rede Inaciana de Ecologia e a Rede CIDSE.
A 21.ª Conferência das Partes (COP21) sobre Alterações Climáticas, que vai decorrer no início de dezembro, pretende alcançar na capital francesa um acordo mundial sobre metas vinculativas de redução de emissões de gases com efeito de estufa para substituir o Protocolo de Quioto.
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Lisboa, 11 set 2015 (Ecclesia) – O jesuíta Michael Czerny, que integra o gabinete do presidente do Conselho Pontifício Justiça e Paz, disse hoje em Lisboa que o Papa dá uma nova dimensão ao debate sobre o “ambiente”, ao recordar a relação natureza-sociedade.
O colaborador do organismo da Santa Sé que auxiliou Francisco na elaboração da encíclica ‘Laudato Si’ falava na Fundação Calouste Gulbenkian, em Lisboa, durante a conferência ‘Cuidar da Casa Comum: que ecologia?’.
A intervenção partiu das interpretações da palavra “ecologia”, que está ligada ao termo “verde”, às “criaturas” da natureza, ao clima, para passar à definição de “ambiente” dada pelo Papa, que não é algo “verde, lá fora”, mas que começa em cada um e se estende para lá do que se “imagina”.
Nesse sentido, precisou que Francisco dá um maior destaque à “relação entre a natureza e a sociedade que vive nela, com os seus indivíduos”.
O orador citou o número 139 da mais recente encíclica papal, na qual se refere que rejeita uma interpretação da natureza como “algo separado”, um “palco” ou os “bastidores” de uma peça, lembrando que ela está “ligada” às escolhas do ser humano.
O padre Michael Czerny afirmou que, neste momento, “há muitas realidades periféricas onde estão a acontecer coisas boas”, convidando todos a acompanhar o Papa através da leitura da ‘Laudato si’, “uma viagem de vida, uma viagem de esperança”.
Para o especialista, a encíclica recorre à Ciência para “tomar dolorosamente consciência”, para “sofrer” e, em consequência, para “agir”, face ao “sofrimento da realidade, ao sofrimento da natureza e ao sofrimento dos pobres”.
O Papa consegue ligar as preocupações ambientais e sociais, sublinhando que estão ligadas à mesma “crise”.
Por isso, a ecologia de Francisco é “integral”, abrangendo questões ambientais, sociais, económicas, culturais e do quotidiano.
A sua proposta de solidariedade estende-se às gerações presentes e futuras, “aos que ainda não nasceram”, convidando todos ao “diálogo” necessário para encontrar soluções.
A conferência vai contar ainda com intervenções de Elena Lasida, professora do Instituto Católico de Paris, e Filipe Duarte Santos, físico da Universidade de Lisboa, que coordenou os primeiros estudos multidisciplinares sobre o impacto das alterações climáticas em Portugal.
Mais de 140 pessoas lotaram o auditório 3 da Fundação Calouste Gulbenkian, numa conferência que acontece no âmbito dos preparativos para a Cimeira de Paris, sendo promovida pela Associação Casa Velha - Ecologia e Espiritualidade, em parceria com a Fundação Fé e Cooperação (FEC), a Fundação Gonçalo da Silveira (FGS), a Agência ECCLESIA, a Rede Inaciana de Ecologia e a Rede CIDSE.
A 21.ª Conferência das Partes (COP21) sobre Alterações Climáticas, que vai decorrer no início de dezembro, pretende alcançar na capital francesa um acordo mundial sobre metas vinculativas de redução de emissões de gases com efeito de estufa para substituir o Protocolo de Quioto.
martes, 1 de septiembre de 2015
Jornada de oración por el cuidado de la Creación
Desde esta web nos unimos al Santo Padre en esta Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación.
Oración cristiana con la creación
(de la encíclica Laudato Si')
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
Señor Uno y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.
martes, 11 de agosto de 2015
Dos enlaces
Os dejo dos enlaces muy interesantes, referidos al profesor Emilio Chuvieco:
Libro: Cuidar la Tierra. Razones para conservar la Naturaleza.
Artículo: La cuestión ecológica no es opcional.
Libro: Cuidar la Tierra. Razones para conservar la Naturaleza.
Artículo: La cuestión ecológica no es opcional.
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viernes, 31 de julio de 2015
El papa Francisco y la COP21
El Papa Francisco ha asegurado que espera que durante la próxima Cumbre de París sobre Cambio climático "se logre algún acuerdo fundamental y básico" y ha llamado a los alcaldes reunidos en el Vaticano este martes a trabajar en la "conciencia ecológica" desde "las periferias hacia el centro".
Francisco ha invitado a tomar conciencia de la "destrucción que se está llevando adelante al no cuidar la ecología humana y no tener conciencia ecológica". Asimismo, ha pedido que la ONU se interese por la trata de personas y la esclavitud moderna provocada por la crisis ambiental.
Durante su discurso ante más de 60 regidores de ciudades importantes de todo el mundo, entre los que estaba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, Francisco ha dicho que se puede hacer un buen discurso, pero si el trabajo no va desde la "periferia hasta el centro" no se logrará una verdadera conciencia ecológica.
Así, el Pontífice ha llamado la atención sobre el "efecto rebote" y la "destrucción" provocada por no tener una "conciencia ecológica" y "no cuidar la ecología humana". En este sentido ha criticado que el hombre sea "creador de incultura porque no cuida el ambiente".
El Papa también ha denunciado "la idolatría de la tecnocracia" que lleva a despojar a la gente del trabajo y crea desocupación. "¿Hoy qué futuro se le puede ofrecer a esa juventud? Las adiciones, el aburrimiento, el no saber qué hacer con la vida, el suicidio juvenil, el buscar otros horizontes, los proyectos guerrilleros", ha lamentado.
Asimismo, ha advertido de que cada vez es más común el "trabajo en negro" que implica no tener contrato. "Un trabajo arreglado debajo de la mesa eso significa que una persona no gana lo suficiente para vivir", ha criticado.
Además ha denunciado la cantidad de enfermedades que se producen como consecuencia de la fertilización de los campos y de un exceso de técnica, al tiempo que ha llamado la atención sobre fenómenos como la desertización o la deforestación y sobre lo que significa el uso de arsénico o cianuro que inciden en la salud de la población.
Finalmente, el Papa ha señalado que una de las consecuencias que más se notan cuando el ambiente no es cuidado adecuadamente "es el crecimiento desmesurado de las ciudades". "Las grandes ciudades se hacen grandes pero con cordones de miseria también más grandes donde la gente sufre los efectos del descuido del ambiente", ha observado.
Fuente: iagua.es
Francisco ha invitado a tomar conciencia de la "destrucción que se está llevando adelante al no cuidar la ecología humana y no tener conciencia ecológica". Asimismo, ha pedido que la ONU se interese por la trata de personas y la esclavitud moderna provocada por la crisis ambiental.
Durante su discurso ante más de 60 regidores de ciudades importantes de todo el mundo, entre los que estaba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, Francisco ha dicho que se puede hacer un buen discurso, pero si el trabajo no va desde la "periferia hasta el centro" no se logrará una verdadera conciencia ecológica.
Así, el Pontífice ha llamado la atención sobre el "efecto rebote" y la "destrucción" provocada por no tener una "conciencia ecológica" y "no cuidar la ecología humana". En este sentido ha criticado que el hombre sea "creador de incultura porque no cuida el ambiente".
El Papa también ha denunciado "la idolatría de la tecnocracia" que lleva a despojar a la gente del trabajo y crea desocupación. "¿Hoy qué futuro se le puede ofrecer a esa juventud? Las adiciones, el aburrimiento, el no saber qué hacer con la vida, el suicidio juvenil, el buscar otros horizontes, los proyectos guerrilleros", ha lamentado.
Asimismo, ha advertido de que cada vez es más común el "trabajo en negro" que implica no tener contrato. "Un trabajo arreglado debajo de la mesa eso significa que una persona no gana lo suficiente para vivir", ha criticado.
Además ha denunciado la cantidad de enfermedades que se producen como consecuencia de la fertilización de los campos y de un exceso de técnica, al tiempo que ha llamado la atención sobre fenómenos como la desertización o la deforestación y sobre lo que significa el uso de arsénico o cianuro que inciden en la salud de la población.
Finalmente, el Papa ha señalado que una de las consecuencias que más se notan cuando el ambiente no es cuidado adecuadamente "es el crecimiento desmesurado de las ciudades". "Las grandes ciudades se hacen grandes pero con cordones de miseria también más grandes donde la gente sufre los efectos del descuido del ambiente", ha observado.
Fuente: iagua.es
lunes, 20 de julio de 2015
Esclavitud moderna y cambio climático
Por primera vez en el Vaticano más de setenta alcaldes de grandes ciudades del mundo, junto con los gobernadores locales y representantes de las Naciones Unidas, compartirán experiencias y propuestas para combatir el cambio climático y la esclavitud moderna. Fueron invitados por las Academias pontificias de ciencias y ciencias sociales y los trabajos se desarrollarán el martes 21 de julio en el aula nueva del Sínodo, sobre el tema «Esclavitud moderna y cambio climático: el compromiso de las ciudades». El día sucesivo, miércoles 22 de julio, en la Casina Pío IV, tendrá lugar la segunda cita, organizada en colaboración con las Naciones Unidas sobre el tema: «Prosperidad, gente y planeta: consecución de un desarrollo sostenible en nuestras ciudades».
El programa lo presentó el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de las dos Academias pontificias, en la conferencia del miércoles 15 de julio, por la mañana, en la Oficina de prensa de la Santa Sede.
El prelado explicó por qué se invitó a los alcaldes para discutir sobre estos temas, recordando la conferencia internacional, promovida por la Conferencia episcopal de Inglaterra y Gales en abril 2014, sobre el tema: «Lucha contra la trata de personas: la Iglesia y el respeto a la ley en la cooperación». Participaron en la misma algunos obispos, junto con los jefes de policía de 22 países y los responsables de Europol e Interpol. En esa ocasión, los jefes de policía subrayaron «la importancia del apoyo de los obispos en favor de una mayor toma de conciencia de nuestro compromiso moral en relación con los más pobres de los pobres», pero también advirtió de la necesidad de involucrar a los gobernantes y, en particular, a los alcaldes, porque son los superiores directos de las fuerzas de seguridad pública.
El obispo canciller a continuación señaló cómo el Papa en la encíclica Laudato si’ hace referencia a la presencia de un preocupante calentamiento del sistema climático. También la Academia pontificia de las ciencias en diversos estudios ha puesto de manifiesto que este calentamiento va acompañado por el constante aumento del nivel del mar. Además, añadió el prelado, este fenómeno es «difícil no relacionarlo con otros fenómenos meteorológicos extremos, tales como sequías prolongadas, olas de calor y las tormentas destructivas, que son cada vez más frecuentes». La humanidad, prosiguió, está llamada «a tomar nota de la necesidad de cambios de los estilos de vida, producción y consumo, para combatir este calentamiento o al menos las causas humanas que lo producen o lo acentúan».
Fuente: L'Osservatore Romano
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El programa lo presentó el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de las dos Academias pontificias, en la conferencia del miércoles 15 de julio, por la mañana, en la Oficina de prensa de la Santa Sede.
El prelado explicó por qué se invitó a los alcaldes para discutir sobre estos temas, recordando la conferencia internacional, promovida por la Conferencia episcopal de Inglaterra y Gales en abril 2014, sobre el tema: «Lucha contra la trata de personas: la Iglesia y el respeto a la ley en la cooperación». Participaron en la misma algunos obispos, junto con los jefes de policía de 22 países y los responsables de Europol e Interpol. En esa ocasión, los jefes de policía subrayaron «la importancia del apoyo de los obispos en favor de una mayor toma de conciencia de nuestro compromiso moral en relación con los más pobres de los pobres», pero también advirtió de la necesidad de involucrar a los gobernantes y, en particular, a los alcaldes, porque son los superiores directos de las fuerzas de seguridad pública.
El obispo canciller a continuación señaló cómo el Papa en la encíclica Laudato si’ hace referencia a la presencia de un preocupante calentamiento del sistema climático. También la Academia pontificia de las ciencias en diversos estudios ha puesto de manifiesto que este calentamiento va acompañado por el constante aumento del nivel del mar. Además, añadió el prelado, este fenómeno es «difícil no relacionarlo con otros fenómenos meteorológicos extremos, tales como sequías prolongadas, olas de calor y las tormentas destructivas, que son cada vez más frecuentes». La humanidad, prosiguió, está llamada «a tomar nota de la necesidad de cambios de los estilos de vida, producción y consumo, para combatir este calentamiento o al menos las causas humanas que lo producen o lo acentúan».
Fuente: L'Osservatore Romano
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Etiquetas:
Cambio climático,
Doctrina Social de la Iglesia
lunes, 13 de julio de 2015
Comentario sobre el Capítulo Primero de Laudato Si'
Os dejo el texto de mi intervención en la presentación de la encíclica Laudato Si' en la diócesis de Ávila. Intervinieron el Sr. Obispo, don Jesús García Burillo, los teólogos don Olegario González de Cardedal y don Jorge Zazo y un servidor. Entended que no es un texto elaborado sino más bien un esquema de mi intervención oral.
Señor Obispo, amigos todos:
En primer lugar me gustaría agradecer a don Jesús su confianza por la invitación a participar en este acto, invitación realizada a través de la Rectora de la Universidad Católica “Santa Teresa de Jesús” de Ávila.
Queridos amigos, la publicación de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco es ya un acontecimiento histórico que supondrá un antes y un después en la visión y la comprensión del medio ambiente por parte de los habitantes del mundo. Es esta una encíclica muy esperada, certera, abierta a todos -no sólo a los católicos-, fácil de leer, preciosa. Y como muestra de ello os dejo una primera frase: “El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios” (84). ¿Hay forma más bonita y fiel de definir la creación?
Estructura de la Carta Encíclica (Introducción+6 capítulos):
1. Lo que está pasando a nuestra casa
2. El evangelio de la creación
3. Raíz humana de la crisis ecológica
4. Una ecología integral
5. Algunas líneas de orientación y acción
6. Educación y espiritualidad ecológica
Antecedentes
La encíclica LS no sale de la nada. El papa “no se ha hecho ecologista de repente”. La doctrina social de la Iglesia y diversos documentos del Magisterio han tratado ya la cuestión ambiental:
Juan XXIII: Pacem in terris
Pablo VI: Octogesima adveniens, discurso en la FAO 1970
Juan Pablo II: Redemptor hominis, Centesimus annus, catequesis, Sollicitudo rei socialis
Benedicto XVI: Caritas in veritate, sin duda con contenido económico, social y ambiental de gran calado, que supone una sobresaliente antesala a esta nueva encíclica de Francisco.
Me gustaría destacar la figura de San Francisco de Asis, “santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología”, muestra “hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”. Padre de la espiritualidad ambiental, de la que habla también al final. Decía Francisco de Asís: “A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor”. Algo que sabemos muy bien los que solemos pasear o hacer “trabajo de campo” en plena naturaleza.
“Llamado” del papa Francisco
-Desafío urgente de proteger nuestra casa común que incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral
-“Invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta”.
Necesitamos una “solidaridad universal nueva”. “Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades”
En el Capítulo Primero el papa hace un diagnóstico de la situación ambiental actual de nuestra “casa común”, para “tomar dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar” (19).
Quizás no sea necesario explicarlo, pero la palabra ecología se compone de oikos (casa) y logía (estudio de). De ahí que Francisco hable de “lo que le está pasando a nuestra casa”.
Apartados:
I. Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte
El clima como bien común
20-22
23-26
II. La cuestión del agua
27-31
III. Pérdida de biodiversidad
32-42
IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social
43-47
V. Inequidad planetaria
48-52
VI. La debilidad de las reacciones
53-59
VII. Diversidad de opiniones
60-61
El papa empieza la encíclica constatando que se está produciendo una aceleración de los cambios de la humanidad y del planeta, así como de los ritmos de vida y del trabajo (“rapidación”) (18). Para después reflexionar:
“El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de gran parte de la humanidad” (18)
Este primer capítulo podría dividirse en tres partes:
1º Principales problemas ambientales (del “ambiente natural”): contaminación, cambio climático, el agua y pérdida de biodiversidad. En otros capítulos añade otros problemas: desertificación, uso de transgénicos o experimentación con embriones humanos.
2º Problemas del “ambiente humano”: deterioro de la calidad de la vida humana, degradación social, desigualdades sociales.
3º Estado actual del debate ambiental en el mundo: reacciones a la crisis ambiental, diversidad de opiniones.
I. Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte
La contaminación afecta a la salud de las personas, especialmente a los pobres (20). Es patente en nuestro planeta una contaminación por residuos, incluyendo residuos peligrosos: “La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería” (21). Y es que vivimos en una cultura del descarte, “que afecta tanto a seres humanos excluidos como a las cosas, que rápidamente se convierten en basura” (22). Los ecosistemas tienen un funcionamiento ejemplar, en cuanto al uso y reciclaje de recursos. No ocurre lo mismo con los sistemas industriales, que no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar residuos. (22)
Para contrarrestar la cultura del descarte: “limitar al máximo el uso de recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar” (22)
El clima como bien común
“El clima es un bien común, de todos y para todos”, muy relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana (23).
El papa es prudente en el tratamiento del tema del cambio climático: estado actual de la ciencia y respuesta moral.
Existe un consenso científico sobre calentamiento del sistema climático, que a su vez implica ascenso del nivel del mar y mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos. Este cambio climático está motivado o acentuado por causas humanas (aumento de concentración de gases invernadero: CO2, NH4, óxidos de N, etc.) y naturales (vulcanismo, variaciones de la órbita y del eje de la Tierra, o el ciclo solar).
Pero es necesario actuar frente a las causas antrópicas mediante cambios de estilos de vida, de producción y de consumo. En concreto en lo que se refiere al uso de combustibles fósiles y a la deforestación para agricultura (23).
Consecuencias del calentamiento global: sobre el ciclo del C, derretimiento de hielos polares, acidificación de los océanos, subida del nivel del mar (el 25% de la población vive junto al mar) (24)
“El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas” (25). Los más perjudicados por el cambio climático serán los pobres, debido a que sus medios de subsistencia dependen en gran medida de las reservas naturales y servicios ecosistémicos como agricultura, pesca y aprovechamientos forestales. (25)
Denuncia de la general indiferencia antes estos dramas humanos que suceden en distintas partes del mundo (25).
Denuncia que muchos ricos y poderosos se centran en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas, tratando sólo de reducir algunos impactos negativos (26).
Se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas que reduzcan urgentemente la utilización de combustibles fósiles y potencien el uso de energías renovables (26).
II. La cuestión del agua
No sólo se refiere al agua, sino por extensión: Agotamiento de los recursos naturales, por consumo irracional, y hábitos de gastar y tirar (27).
“El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos”. (28)
Destaca la situación en África (“Pobreza del agua social”), algunos países con desigualdades en la distribución del agua. (28)
La contaminación del agua provoca muertes a diario (29). Algunos estudios hablan de entre 8.000 y 25.000 muertes por escasez de agua o falta de calidad, la mitad niños (los datos no son de la encíclica).
Riesgo de privatización del agua: “El acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto en condición para el ejercicio de los demás derechos humanos” (30).
Negarles el agua potable a los pobres es “negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable” (30).
Además, la escasez de agua provocará mayor coste de los alimentos (30) y posiblemente se convierta en una de las principales fuentes de grandes conflictos de este siglo.
III. Pérdida de biodiversidad
Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de “formas inmediatistas” de entender la economía, el comercio y la producción (32). La pérdida de biodiversidad implica la pérdida de recursos clave para la alimentación y la medicina (32). Pero las especies también tienen valor en sí mismas.
“Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho” (33).
Refiriéndose a iniciativas de intervención humana para restaurar: “Parece que pretendiéramos sustituir una belleza irreemplazable e irrecuperable, por otra creada por nosotros” (34).
Pérdida de biodiversidad por actividades humanas: nuevas carreteras, cultivos, alambradas, embalses… (35)
Indica casos concretos sobre pérdida de biodiversidad (38-41): Amazonia, cuenca fluvial del Congo, monocultivos forestales, desaparición de humedales, extracciones pesqueras abusivas, etc.
Como ejemplo de lugares críticos de biodiversidad menciona la Amazonia y la cuenca fluvial del Congo (38) “pulmones del planeta repletos de biodiversidad”
“El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que generalmente son monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis. Porque puede afectar gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las nuevas especies que se implantan”. (39)
También las zonas húmedas que se sustituyen por cultivos pierden enorme biodiversidad (39)
Océanos, aprovechamientos pesqueros (40). Pérdida de biodiversidad por extracciones abusivas.
“¿Quién ha convertido el maravilloso mundo marino en cementerios subacuáticos despojados de vida y de color?” Se refiere a las barreras de coral (41)
Necesidad de invertir en investigación sobre el funcionamiento de los ecosistemas y de inventariar las especies, para desarrollar programas de protección, especialmente para especies en vías de extinción (42).
(Aquí terminaría la parte de diagnóstico de los principales problemas ambientales y pasaría a hablar de los problemas de la ecología humana).
IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social
El ser humano es una criatura de este mundo, que tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que tiene una “dignidad especialísima” (43). Sin embargo, muchos vivimos en ciudades insalubres, con crecimiento desmedido, ineficaces, que gastan energía y agua en exceso. “No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados de contacto físico con la naturaleza” (44). Esto me recordaba una frase del salmo 119 utilizada en uno de sus cuadros por San Rafael Arnáiz “soy forastero en la tierra”.
Problemas sociales intrínsecos al cambio global: exclusión social, desigualdad en la disponibilidad y consumo de energía, fragmentación social, violencia, narcotráfico y consumo de drogas, etc. Son signos de que el crecimiento de los dos últimos siglos no ha significado un progreso integral y una mejora en la calidad de vida (46).
Los medios de comunicación digitales cuando son omnipresentes no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir sabiamente, de pensar en profundidad y de amar con generosidad (47). Es necesario un esfuerzo para que estos medios sean un nuevo desarrollo cultural de la humanidad y no un deterioro de su riqueza más profunda.
V. Inequidad (desigualdad) planetaria
El medio ambiente natural y humano se degradan juntos. Los efectos de las agresiones ambientales los sufren especialmente los más pobres, y no suele haber clara conciencia de los problemas que afectan a los más desfavorecidos.
“El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a las causas que tienen que ver con la degradación humana y social” (48)
“Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la gente más pobre” (48)
En el punto 49, el papa advierte que “no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los excluidos”. Esto ocurre porque la mayor parte de los análisis sobre los pobres y sus problemas se hacen desde la comodidad de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población.
“Un verdadero planteamiento ecológico se convierte siempre en un planteamiento social” (…) “Para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”. (49)
En lugar de resolver los problemas de los pobres y pensar en un mundo diferente algunos atinan sólo a proponer la reducción de la natalidad (50). A este respecto, el crecimiento demográfico es compatible con un desarrollo integral y solidario. No hay que culpar de los problemas al aumento de la población sino al consumismo extremo.
“Si bien es cierto que la desigual distribución de la población y de los recursos disponibles crean obstáculos al desarrollo y al uso sostenible del ambiente, debe reconocerse que el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario” (50)
“Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas”. “Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar”.
En este sentido: “Se desperdicia un tercio de los alimentos que se producen, y el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre (Esta frase ya la dijo en una catequesis) (50)
Existe también una desigualdad entre países, que obliga a pensar en una ética de las relaciones internacionales. Hay una “deuda ecológica” entre Norte y Sur, por desequilibrios comerciales, con consecuencias ecológicas (51), que los países desarrollados deben compensar.
La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control pero no así la deuda ecológica. Y es obligatorio que los países desarrollados salden esta deuda. Por otra parte, hay que fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana (52).
VI. La debilidad de las reacciones
“Estas situaciones provocan un gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo” (53).
No hemos maltratado más la tierra como en estos últimos 200 años. Pero “estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud”. (53)
“Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes de que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia” (53).
Ante la crisis ecológica, social y humana, se produce una débil reacción política internacional, sometida a la tecnología y a las finanzas. Como se dice en el documento de Aparecida “que en las intervenciones sobre los recursos naturales no predominen los intereses de grupos económicos que arrasan irracionalmente las fuentes de vida” (54).
“Cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta” (56).
Pero no sólo el Papa denuncia a los poderes económicos y políticos, sino que nos implica a todos. Aunque no tengamos conciencia de ello, todos somos culpables de esta situación, ya sea por acción o por omisión.
Riesgo de guerra, con el pretexto del agotamiento de algunos recursos. La guerra siempre es perjudicial para el medio ambiente. Armas dañinas. (57)
VII. Diversidad de opiniones
Dos opiniones extremas (60):
1) Mito del progreso. Los problemas ecológicos se resolverán simplemente con nuevas aplicaciones técnicas, sin consideraciones éticas ni cambios de fondo (Visión tecnocrática y economicista).
2) El ser humano, con sus intervenciones, sólo puede ser una amenaza y perjudicar al medio ambiente, por lo que conviene reducir su presencia en el planeta e impedirle todo tipo de intervención (visión ecologista).
El Papa se desmarca de ambas ideas, no por un afán injustificado de centrismo o equidistancia sino por el compromiso de la Iglesia con el hombre.
De todos modos la Iglesia no da una palabra definitiva, sino que escucha y promueve el debate científico y político, respetando la diversidad de opiniones (esto lo repite varias veces a lo largo de la encíclica).
Síntesis y conclusiones
-Existe un gran deterioro de la casa común: “Si la mirada recorre las regiones de nuestro planeta, enseguida nos damos cuenta de que la humanidad ha defraudado las expectativas divinas”.
-Graves consecuencias humanas y sociales de los problemas ambientales: crisis ecológica=crisis humana y social
-La raíz humana de la crisis ecológica (101, cap. 3).
El hombre está en el centro del ecosistema global y de la crisis ecológica. El origen de los problemas ambientales está en el corazón del hombre. Pero no hay que eliminar al hombre de ese ecosistema global, sino aprovechar su capacidad de hacer el bien para que sea instrumento de Dios para el cambio. El hombre es capaz de intervenir positivamente (58).
-Queridos amigos, termino con una frase de esas certeras del papa Francisco: “La Naturaleza está llena de palabras de amor” (225). Escuchemos y leamos esas palabras, trabajemos y cuidemos nuestra casa común, para que todos los que vivimos bajo el mismo cielo podamos llamarnos verdaderamente hermanos.
jueves, 2 de julio de 2015
jueves, 25 de junio de 2015
jueves, 18 de junio de 2015
lunes, 15 de junio de 2015
La encíclica Laudato Si' en los medios
A pocos días de la presentación de la nueva encíclica del papa Francisco, os dejamos este enlace de la web de Manos Unidas donde se recogen algunas noticias referidas a esta encíclica.
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martes, 2 de junio de 2015
Laudato si', la encíclica ecológica del papa Francisco
La nueva encíclica de Papa Francisco sobre Ecología tendrá como titulo: Laudato Sii” (Alabado seas) y será publicada en la segunda semana de junio, informó la Agencia de noticias italiana, ANSA. Padre Giuseppe Costa, director de la Librería Editora Vaticana, anunció este 29 de mayo desde Nápoles, que el titulo de la próxima encíclica del Pontífice está inspirado en la frase inicial del Cántico de las Criaturas de Francisco de Asís, el santo del que el Papa ha elegido llevar su nombre.
El mismo Papa Francisco en persona ha dado anticipaciones sobre la Encíclica en la rueda de prensa en el vuelo de vuelta de Corea a Roma en agosto de 2014. En esa ocasión sostuvo que había hecho varias consultas entre expertos de doctrina y aspectos científicos sobre el tema, y pedido al cardenal Peter Turkson de recoger todas “las aportaciones que han llegado”.
El cardenal ghanés encargado de dirigir los trabajos de publicación del documento pontificio, confirmó que la encíclica hablará deecología humana y de ecología natural. “En la Biblia, Dios ha creado dos cosas: la Tierra y el hombre, el jardín y la persona. No se puede amar a Dios sin amar lo que ha creado”, dijo el 28 de mayo, en el marco de la presentación del libro, Terra e Cibo (Tierra y Comida) en la Expo 2015 en la ciudad italiana de Milán.
A pocas semanas de la publicación del esperado documento, el cardenal ha anticipado igualmente como se ha llegado al texto final de la Encíclica admitiendo las posibles controversias que el texto casi seguramente suscitará debido a que no ‘aplaza el tema del cuidado del Planeta”, como si lo han hecho los tratados ambientales internacionales.
El Papa no es un científico, es un experto en humanidad
“Cierto las controversias ya están allí. Lamentamos que provengan del Occidente, de Los Estados Unidos, como si el Papa Francisco estuviera agrediendo. El Papa es consciente de que no es un científico. Cierto o no, se defiende la vida del hombre”, destacó.
Lobbies del petróleo y energía se preguntan: ¿Por qué la Iglesia debe ocuparse de ambiente?
Indirectamente, a distancia, el cardenal también responde a esa cuestión. “La Iglesia no se ocupa de ambiente, sino que llama la atención sobre el tema. La Iglesia debe acompañar la humanidad y la Encíclica sigue esta dirección. No es que la Iglesia tenga un proyecto ecológico, quiere solamente asistir la humanidad en su camino”, confirmó Turkson.
Una semana antes del viaje apostólico a Corea en agosto de 2014, el Papa admite los problemas que enfrentó al recibir el primer borrador de cara a la re-escritura del documento. “Pero la cuestión no es fácil, porque de la protección de la creación, de la ecología, también de la ecología humana, se puede hablar con relativa seguridad hasta un cierto punto”, indicó Francisco.
En este trabajo el Papa valora también las hipótesis científicas y esto hace aún más complejo la escritura, además porque hace una disertación entre “algunas bastante seguras, otras no tanto” explicó Francisco.
Y añade: “una Encíclica así debe ser magisterial, debe ir únicamente sobre seguro, basándose en las cosas que son seguras. Porque si el Papa dice que el centro del universo es la Tierra y no el sol, se equivoca, porque está diciendo algo que debería ser científico, y eso no cabe”.
Ahora, el texto ya tiene titulo y está en la imprenta, después de hacer una reducción número por número del primer borrador, el Papa prometió : “Hemos de ir a lo esencial y a lo que se puede afirmar con seguridad. En nota a pie de página, se puede decir: ‘Sobre esto hay una hipótesis, ésta, ésta…’; decirlo como información, no en el cuerpo de la Encíclica, que es doctrinal y debe ser segura”, reveló.
El mismo Papa Francisco en persona ha dado anticipaciones sobre la Encíclica en la rueda de prensa en el vuelo de vuelta de Corea a Roma en agosto de 2014. En esa ocasión sostuvo que había hecho varias consultas entre expertos de doctrina y aspectos científicos sobre el tema, y pedido al cardenal Peter Turkson de recoger todas “las aportaciones que han llegado”.
El cardenal ghanés encargado de dirigir los trabajos de publicación del documento pontificio, confirmó que la encíclica hablará deecología humana y de ecología natural. “En la Biblia, Dios ha creado dos cosas: la Tierra y el hombre, el jardín y la persona. No se puede amar a Dios sin amar lo que ha creado”, dijo el 28 de mayo, en el marco de la presentación del libro, Terra e Cibo (Tierra y Comida) en la Expo 2015 en la ciudad italiana de Milán.
A pocas semanas de la publicación del esperado documento, el cardenal ha anticipado igualmente como se ha llegado al texto final de la Encíclica admitiendo las posibles controversias que el texto casi seguramente suscitará debido a que no ‘aplaza el tema del cuidado del Planeta”, como si lo han hecho los tratados ambientales internacionales.
El Papa no es un científico, es un experto en humanidad
“Cierto las controversias ya están allí. Lamentamos que provengan del Occidente, de Los Estados Unidos, como si el Papa Francisco estuviera agrediendo. El Papa es consciente de que no es un científico. Cierto o no, se defiende la vida del hombre”, destacó.
Lobbies del petróleo y energía se preguntan: ¿Por qué la Iglesia debe ocuparse de ambiente?
Indirectamente, a distancia, el cardenal también responde a esa cuestión. “La Iglesia no se ocupa de ambiente, sino que llama la atención sobre el tema. La Iglesia debe acompañar la humanidad y la Encíclica sigue esta dirección. No es que la Iglesia tenga un proyecto ecológico, quiere solamente asistir la humanidad en su camino”, confirmó Turkson.
Una semana antes del viaje apostólico a Corea en agosto de 2014, el Papa admite los problemas que enfrentó al recibir el primer borrador de cara a la re-escritura del documento. “Pero la cuestión no es fácil, porque de la protección de la creación, de la ecología, también de la ecología humana, se puede hablar con relativa seguridad hasta un cierto punto”, indicó Francisco.
En este trabajo el Papa valora también las hipótesis científicas y esto hace aún más complejo la escritura, además porque hace una disertación entre “algunas bastante seguras, otras no tanto” explicó Francisco.
Y añade: “una Encíclica así debe ser magisterial, debe ir únicamente sobre seguro, basándose en las cosas que son seguras. Porque si el Papa dice que el centro del universo es la Tierra y no el sol, se equivoca, porque está diciendo algo que debería ser científico, y eso no cabe”.
Ahora, el texto ya tiene titulo y está en la imprenta, después de hacer una reducción número por número del primer borrador, el Papa prometió : “Hemos de ir a lo esencial y a lo que se puede afirmar con seguridad. En nota a pie de página, se puede decir: ‘Sobre esto hay una hipótesis, ésta, ésta…’; decirlo como información, no en el cuerpo de la Encíclica, que es doctrinal y debe ser segura”, reveló.
Fuente: www.aleteia.org
viernes, 29 de mayo de 2015
Fe y ciencia
“En nuestro programa, después de la fe, mejor dicho, con la fe, ponemos la ciencia. Somos hijos del Dios de las Ciencias, de quien dice la Sagrada Escritura: ‘Deus Scientiarum, Dominus est’. El autor de la fe y de la ciencia es uno mismo, Dios, y el sujeto de la fe y de la ciencia, la criatura humana. Así como os decía el otro día que seáis mujeres de mucha fe, de fe viva, de fe sentida, y que nunca digáis: no más fe, así os digo hoy: desead la ciencia, trabajad por conseguirla y no os canséis nunca, ni digáis jamás: no más ciencia. La mucha ciencia lleva a Dios, la poca nos separa de Él”.
San Pedro Poveda (1930)
San Pedro Poveda (1930)
www.pedropoveda.org
El desafío ecológico
El desafío ecológico en el momento presente: Aportación del Cristianismo a la construcción de una apuesta ecológica positiva.
Artículo publicado por Julio Lois Fernández, en la revista Ciberiglesia, en 2000.
Puedes descargarlo aquí.
El don de la ciencia
Queridos hermanos y hermanas, buenos días
Hoy queremos reflexionar sobre otro don del Espíritu Santo, el don de la ciencia. Cuando se habla de ciencia, el pensamiento va inmediatamente a la capacidad del hombre de conocer cada vez mejor la realidad que le rodea y de descubrir las leyes que regulan la naturaleza y el universo. La ciencia que viene del espíritu Santo, sin embargo, no se limita al conocimiento humano: es un don especial, que nos lleva a captar, a través de la creación, la grandeza y el amor de Dios y su relación profunda con toda criatura.
Cuando nuestros ojos son iluminados por el Espíritu, se abren a la contemplación de Dios, en la belleza de la naturaleza y de la grandiosidad del cosmos, y nos llevan a descubrir cómo cada cosa nos habla de Él, todo nos habla de su amor. ¡Todo esto suscita en nosotros un gran asombro y un profundo sentido de gratitud! Es la sensación que sentimos también cuando admiramos una obra de arte o cualquier maravilla que sea fruto del ingenio y de la creatividad del hombre: frente a todo esto, el Espíritu nos lleva a alabar al Señor desde lo profundo de nuestro corazón y a reconocer, en todo lo que tenemos y somos, un don inestimable de Dios y un signo de su infinito amor por nosotros.
En el primer capítulo del Génesis, precisamente al comienzo de toda la Biblia, se pone de relieve que Dios se complace en su creación, subrayando repetidamente la belleza y la bondad de cada cosa. Al término de cada jornada, está escrito: “Y Dios vio que todo era bueno” (1,12.18.21.25). Pero si Dios ve que la creación es algo bello, algo bueno, también nosotros debemos tener esta actitud de ver la creación como bella y buena, y con el don de la ciencia, por esta belleza alabamos a Dios, damos gracias a Dios por habernos dado tanta belleza a nosotros, y este es el camino. Y cuando Dios acabó de crear al hombre, no dijo que era algo “bueno”, dijo que era “muy bueno” (v. 31). Se acerca a él, y a los ojos de Dios nosotros somos la cosa más buena, más bella y más grande de la creación. Pero padre, los ángeles… ¡No! Los ángeles están por debajo de nosotros, nosotros somos más que los ángeles. Lo hemos escuchado en el libro de los salmos. Nos quiere mucho el Señor, ¿eh? Tenemos que darle gracias por esto. El don de la ciencia nos pone en profunda sintonía con el Creador, y nos hace participar en la limpieza de su mirada y de su juicio. En esta perspectiva logramos captar en el hombre y en la mujer el culmen de la creación, como realización de un designio de amor que está impreso en cada uno de nosotros y que nos hace reconocernos como hermanos y hermanas. Lo que surge entonces es un cuadro caracterizado por una profunda armonía, donde todo remite al Creador y donde el Espíritu nos hace percibir en cada persona y en cada cosa la impronta de la grandeza y de la bondad de Dios.
Todo esto es motivo de serenidad y de paz y hace del cristiano un testigo gozoso de Dios, en la estela de san Francisco de Asís y de tantos santos que han sabido alabar y cantar su amor a través de la contemplación de la creación. Al mismo tiempo, sin embargo, el don de la ciencia nos ayuda a no caer en algunas actitudes excesivas o equivocadas. El primero lo constituye el riesgo de considerarnos amos de la creación. La creación no es una propiedad de la que podemos adueñarnos a nuestro gusto; ni, mucho menos, es una propiedad solo de algunos: la creación es un regalo, es un regalo maravilloso que Dios nos ha dado, para que lo cuidemos y lo utilicemos en beneficio de todos, siempre con gran respeto y gratitud. La segunda actitud negativa está representada por la tentación de crearnos en las criaturas, como si estas pudieran ofrecer la respuesta a todas nuestras expectativas. Y el Espíritu Santo, con el don de la ciencia, nos ayuda a no caer en esto. Pero yo quisiera volver sobre el primer camino equivocado. Custodiar la creación, no adueñarse de la creación. Debemos custodiar la creación, es un don que el Señor nos ha dado, para nosotros, es el regalo de Dios a nosotros, nosotros somos custodios de la creación. Pero cuando nosotros explotamos la creación, destruimos el signo del amor de Dios. Destruir la creación es decir a Dios: no me gusta, esto no es bueno, ¿y qué te gusta a ti? Me gusto yo mismo. Eso es el pecado, ¿habéis visto? La custodia de la creación es precisamente la custodia del amor de Dios, y también es decir a Dios gracias, yo soy el amo de la creación, pero para llevarlo adelante, yo no destruiré nunca tu regalo. Y esta debe ser nuestra actitud ante la creación, custodiarla, porque si destruimos la creación, la creación nos destruirá. No lo olvidéis.
Una vez estaba en el campo y escuché un dicho de una persona sencilla, a la que gustaban mucho las flores, él custodiaba estas flores y me decía: debemos custodiar estas cosas bellas que Dios nos ha dado. La creación es para nosotros, para que nosotros la aprovechemos bien, no la explotemos, la custodiemos. Porque usted sabe, padre – me dijo – Dios perdona siempre, sí, esto es verdad, Dios perdona siempre; nosotros, las personas humanas, hombres y mujeres perdonamos algunas veces, sí, algunas no perdonamos. Pero la creación, padre, no perdona nunca, y si tu no lo custodias, él te destruirá. Esto debe hacernos pensar y pedir al Espíritu Santo el don de la ciencia para comprender bien que la creación es el regalo más bello de Dios, que Él dijo: esto es bueno, esto es bueno, esto es bueno, esto es mi regalo, pero la cosa más buena que he creado es la persona humana. Gracias.
Hoy queremos reflexionar sobre otro don del Espíritu Santo, el don de la ciencia. Cuando se habla de ciencia, el pensamiento va inmediatamente a la capacidad del hombre de conocer cada vez mejor la realidad que le rodea y de descubrir las leyes que regulan la naturaleza y el universo. La ciencia que viene del espíritu Santo, sin embargo, no se limita al conocimiento humano: es un don especial, que nos lleva a captar, a través de la creación, la grandeza y el amor de Dios y su relación profunda con toda criatura.
Cuando nuestros ojos son iluminados por el Espíritu, se abren a la contemplación de Dios, en la belleza de la naturaleza y de la grandiosidad del cosmos, y nos llevan a descubrir cómo cada cosa nos habla de Él, todo nos habla de su amor. ¡Todo esto suscita en nosotros un gran asombro y un profundo sentido de gratitud! Es la sensación que sentimos también cuando admiramos una obra de arte o cualquier maravilla que sea fruto del ingenio y de la creatividad del hombre: frente a todo esto, el Espíritu nos lleva a alabar al Señor desde lo profundo de nuestro corazón y a reconocer, en todo lo que tenemos y somos, un don inestimable de Dios y un signo de su infinito amor por nosotros.
En el primer capítulo del Génesis, precisamente al comienzo de toda la Biblia, se pone de relieve que Dios se complace en su creación, subrayando repetidamente la belleza y la bondad de cada cosa. Al término de cada jornada, está escrito: “Y Dios vio que todo era bueno” (1,12.18.21.25). Pero si Dios ve que la creación es algo bello, algo bueno, también nosotros debemos tener esta actitud de ver la creación como bella y buena, y con el don de la ciencia, por esta belleza alabamos a Dios, damos gracias a Dios por habernos dado tanta belleza a nosotros, y este es el camino. Y cuando Dios acabó de crear al hombre, no dijo que era algo “bueno”, dijo que era “muy bueno” (v. 31). Se acerca a él, y a los ojos de Dios nosotros somos la cosa más buena, más bella y más grande de la creación. Pero padre, los ángeles… ¡No! Los ángeles están por debajo de nosotros, nosotros somos más que los ángeles. Lo hemos escuchado en el libro de los salmos. Nos quiere mucho el Señor, ¿eh? Tenemos que darle gracias por esto. El don de la ciencia nos pone en profunda sintonía con el Creador, y nos hace participar en la limpieza de su mirada y de su juicio. En esta perspectiva logramos captar en el hombre y en la mujer el culmen de la creación, como realización de un designio de amor que está impreso en cada uno de nosotros y que nos hace reconocernos como hermanos y hermanas. Lo que surge entonces es un cuadro caracterizado por una profunda armonía, donde todo remite al Creador y donde el Espíritu nos hace percibir en cada persona y en cada cosa la impronta de la grandeza y de la bondad de Dios.
Todo esto es motivo de serenidad y de paz y hace del cristiano un testigo gozoso de Dios, en la estela de san Francisco de Asís y de tantos santos que han sabido alabar y cantar su amor a través de la contemplación de la creación. Al mismo tiempo, sin embargo, el don de la ciencia nos ayuda a no caer en algunas actitudes excesivas o equivocadas. El primero lo constituye el riesgo de considerarnos amos de la creación. La creación no es una propiedad de la que podemos adueñarnos a nuestro gusto; ni, mucho menos, es una propiedad solo de algunos: la creación es un regalo, es un regalo maravilloso que Dios nos ha dado, para que lo cuidemos y lo utilicemos en beneficio de todos, siempre con gran respeto y gratitud. La segunda actitud negativa está representada por la tentación de crearnos en las criaturas, como si estas pudieran ofrecer la respuesta a todas nuestras expectativas. Y el Espíritu Santo, con el don de la ciencia, nos ayuda a no caer en esto. Pero yo quisiera volver sobre el primer camino equivocado. Custodiar la creación, no adueñarse de la creación. Debemos custodiar la creación, es un don que el Señor nos ha dado, para nosotros, es el regalo de Dios a nosotros, nosotros somos custodios de la creación. Pero cuando nosotros explotamos la creación, destruimos el signo del amor de Dios. Destruir la creación es decir a Dios: no me gusta, esto no es bueno, ¿y qué te gusta a ti? Me gusto yo mismo. Eso es el pecado, ¿habéis visto? La custodia de la creación es precisamente la custodia del amor de Dios, y también es decir a Dios gracias, yo soy el amo de la creación, pero para llevarlo adelante, yo no destruiré nunca tu regalo. Y esta debe ser nuestra actitud ante la creación, custodiarla, porque si destruimos la creación, la creación nos destruirá. No lo olvidéis.
Una vez estaba en el campo y escuché un dicho de una persona sencilla, a la que gustaban mucho las flores, él custodiaba estas flores y me decía: debemos custodiar estas cosas bellas que Dios nos ha dado. La creación es para nosotros, para que nosotros la aprovechemos bien, no la explotemos, la custodiemos. Porque usted sabe, padre – me dijo – Dios perdona siempre, sí, esto es verdad, Dios perdona siempre; nosotros, las personas humanas, hombres y mujeres perdonamos algunas veces, sí, algunas no perdonamos. Pero la creación, padre, no perdona nunca, y si tu no lo custodias, él te destruirá. Esto debe hacernos pensar y pedir al Espíritu Santo el don de la ciencia para comprender bien que la creación es el regalo más bello de Dios, que Él dijo: esto es bueno, esto es bueno, esto es bueno, esto es mi regalo, pero la cosa más buena que he creado es la persona humana. Gracias.
Papa Francisco
Audiencia general 21 de mayo de 2015
radio.uchile.cl
Papa Francisco: "El tiempo para encontrar soluciones globales al cambio climático se está agotando"
El Papa Francisco ha advertido de que "el tiempo se acaba" para encontrar soluciones contra el cambio climático y ha señalado que una lucha eficaz frente al mismo solo será posible si se superan "los intereses particulares" y se acaba con las "presiones políticas y económicas".
"Las consecuencias de los cambios ambientales, que ya se sienten de modo dramático en muchos estados, sobre todo los insulares del Pacífico, nos recuerdan la gravedad de la incuria y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando", precisa en una carta enviada al ministro de Medio Ambiente de la República de Perú, Manuel Pulga Vidal, con motivo de la vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en Lima.
Además, insiste en que "la lucha eficaz contra el calentamiento global será posible únicamente con una responsable respuesta colectiva, que supere intereses y comportamientos particulares y se desarrolle libre de presiones políticas y económicas".
Para Francisco, existe un "claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar". Por ello, recuerda a los participantes de la conferencia que tienen una "grave responsabilidad moral" al abordar este tema que, según subraya, "afecta a toda la humanidad, en particular a los más pobres y a las generaciones futuras".
"Las consecuencias de los cambios ambientales, que ya se sienten de modo dramático en muchos estados, sobre todo los insulares del Pacífico, nos recuerdan la gravedad de la incuria y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando", precisa en una carta enviada al ministro de Medio Ambiente de la República de Perú, Manuel Pulga Vidal, con motivo de la vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en Lima.
Además, insiste en que "la lucha eficaz contra el calentamiento global será posible únicamente con una responsable respuesta colectiva, que supere intereses y comportamientos particulares y se desarrolle libre de presiones políticas y económicas".
Para Francisco, existe un "claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar". Por ello, recuerda a los participantes de la conferencia que tienen una "grave responsabilidad moral" al abordar este tema que, según subraya, "afecta a toda la humanidad, en particular a los más pobres y a las generaciones futuras".
Fuente: www.iagua.com
www.puranoticia.cl
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Vaticano
Reparto equitativo del agua
El Papa ha reclamado un reparto equitativo del agua entre las personas y las regiones del planeta al tiempo que ha subrayado que el futuro de la humanidad depende de la capacidad del hombre para "cuidar" y compartir" este elemento "esencial para la vida", durante el ángelus de este domingo.
De este modo, Francisco ha pedido a las instituciones internacionales que se comprometan a garantizar una distribución del agua equitativa en todo el mundo y ha reivindicado su cualidad de ser un elemento "común", con motivo del Día Mundial del Agua convocado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Invito a la Comunidad Internacional a vigilar hasta que las aguas del planeta sean protegidas adecuadamente y nadie sea excluido o discriminado en el uso de este bien, que es un bien común por excelencia", ha dicho ante cientos de personas reunidas en la Plaza de San Pedro.
Durante el rezo dominical, el Papa ha reflexionado sobre la Cruz, al destacar que "es la hora de la derrota de Satanas, príncipe del mal, y del anuncio misericordioso del amor de Dios".
Además ha explicado que el testimonio de fe es sobre todo "coherencia" entre la fe y la vida, entre las palabras y las acciones. "A quienes no han encontrado aún a Jesús, podemos ofrecerles el Evangelio, la cruz y nuestro testimonio: pobre, pero sincero", ha comentado.
De este modo, Francisco ha pedido a las instituciones internacionales que se comprometan a garantizar una distribución del agua equitativa en todo el mundo y ha reivindicado su cualidad de ser un elemento "común", con motivo del Día Mundial del Agua convocado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Invito a la Comunidad Internacional a vigilar hasta que las aguas del planeta sean protegidas adecuadamente y nadie sea excluido o discriminado en el uso de este bien, que es un bien común por excelencia", ha dicho ante cientos de personas reunidas en la Plaza de San Pedro.
Durante el rezo dominical, el Papa ha reflexionado sobre la Cruz, al destacar que "es la hora de la derrota de Satanas, príncipe del mal, y del anuncio misericordioso del amor de Dios".
Además ha explicado que el testimonio de fe es sobre todo "coherencia" entre la fe y la vida, entre las palabras y las acciones. "A quienes no han encontrado aún a Jesús, podemos ofrecerles el Evangelio, la cruz y nuestro testimonio: pobre, pero sincero", ha comentado.
Fuente: www.iagua.com
www.periodistadigital.com
El Vaticano estudia crear un organismo sobre Ecología
No es una noticia reciente, Ya en febrero con motivo de la reunión del Colegio Cardenalicio, Federico Lombardi afirmó que una de las propuestas del G9 vaticano era la creación de un organismo vaticano centrado en la ecología ambiental, humana y social. Este nuevo órgano pasaría a estar integrado dentro de la nueva Congregación Vaticana llamada 'Caridad, Justicia y Paz', que aglutinaría los antiguos Pontificios consejos: Justicia y Paz, Cor Unum, Pastoral Emigrantes e Itinerantes, Pastoral de la Salud. No sólo se encargaría de una ecología ambiental sino también humana y social.
jueves, 28 de mayo de 2015
Documentos de interés
Os dejo a continuación unos documentos que pueden resultar de interés.
-Acaparamiento de tierras en África
-Agricultura familiar, una estrategia para el desarrollo
-Carta de la Tierra (edición infantil)
-Alimentar al mundo, cuidar el planeta
-Ecología, una cuestión que afecta a todos
-El desequilibrio está en el hombre
-Mujer africana y ecología
-La visión cristiana de la ecología
-Cristianismo y ecología
-Acaparamiento de tierras en África
-Agricultura familiar, una estrategia para el desarrollo
-Carta de la Tierra (edición infantil)
-Alimentar al mundo, cuidar el planeta
-Ecología, una cuestión que afecta a todos
-El desequilibrio está en el hombre
-Mujer africana y ecología
-La visión cristiana de la ecología
-Cristianismo y ecología
martes, 28 de abril de 2015
La encíclica de medio ambiente en junio
El secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, ha confirmado que el Papa le ha dicho que la encíclica sobre medio ambiente y ecología está terminada, se está traduciendo y en junio será publicada. El mandatario se ha reunido este martes durante media hora con el Pontífice en el Vaticano, donde le ha ha urgido a combatir el cambio climático para reducir las desigualdades en la sociedad.
Para el alto representante de la ONU, mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos es "una cuestión moral" porque, según ha subrayado "es necesario para erradicar la extrema pobreza, reducir la desigualdad y garantizar un desarrollo económico equitativo y sostenible". En este sentido ha definido el compromiso para combatir los efectos del cambio climático como "una cuestión determinante" de la actualidad.
"El cambio climático está intrínsecamente vinculado a la salud pública, a la seguridad del agua y de los alimentos, a la los movimientos migratorios y a la paz y a la seguridad. Es una cuestión moral. Una cuestión de justicia social, derechos humanos y ética fundamental", ha añadido al respecto.
Precisamente, el alto representante del Vaticano ante la ONU ha asegurado que la lucha contra el cambio climático es un "imperativo moral", durante su discurso inaugural en la Conferencia organizada también en el Vaticano por Naciones Unidad y la Academia Pontifica de Ciencias y Religiones para la Paz de la Santa Sede que se titula.
Está previsto que el Papa también envíe un vídeo mensaje a los científicos, estudiosos y demás participantes de este Convenio sobre el imperativo moral que tienen los cristianos en la salvaguardia de la creación.
Para el alto representante de la ONU, mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos es "una cuestión moral" porque, según ha subrayado "es necesario para erradicar la extrema pobreza, reducir la desigualdad y garantizar un desarrollo económico equitativo y sostenible". En este sentido ha definido el compromiso para combatir los efectos del cambio climático como "una cuestión determinante" de la actualidad.
"El cambio climático está intrínsecamente vinculado a la salud pública, a la seguridad del agua y de los alimentos, a la los movimientos migratorios y a la paz y a la seguridad. Es una cuestión moral. Una cuestión de justicia social, derechos humanos y ética fundamental", ha añadido al respecto.
Precisamente, el alto representante del Vaticano ante la ONU ha asegurado que la lucha contra el cambio climático es un "imperativo moral", durante su discurso inaugural en la Conferencia organizada también en el Vaticano por Naciones Unidad y la Academia Pontifica de Ciencias y Religiones para la Paz de la Santa Sede que se titula.
Está previsto que el Papa también envíe un vídeo mensaje a los científicos, estudiosos y demás participantes de este Convenio sobre el imperativo moral que tienen los cristianos en la salvaguardia de la creación.
Fuente: www.iagua.es
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lunes, 27 de abril de 2015
Ecuador invitado al Vaticano por su política ambiental
La visión de Ecuador sobre el manejo ambiental y los logros del país en protección de la naturaleza serán parte de las temáticas abordadas en la Conferencia de Alto Nivel “Proteger la Tierra y Dignificar al Ser Humano”, que se desarrollará en Ciudad del Vaticano, bajo la temática “Las dimensiones morales del cambio climático y el desarrollo sostenible”.
Al evento asistirán los más importantes líderes mundiales y especialistas en material ambiental y, en ese contexto, el Presidente de Ecuador. Ec. Rafael Correa, será el único Jefe de Estado invitado para disertar en este alto panel.
La Conferencia estará liderada por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal, Pietro Parolin; el economista ambiental, Jeffrey Sachs y el Cardenal, Peter Turkson, Presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano y asesor del Papa Francisco en temas de cambio climático.
El encuentro servirá para elevar el debate global sobre la necesidad de discutir acerca de las dimensiones morales del cambio climático y el desarrollo sostenible, previo a la publicación de la primera encíclica del Papa sobre ambiente y la Duodécima Primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en París en diciembre de 2015.
El Presidente de la República, Rafael Correa, viajará al Vaticano, junto a la Ministra de Ambiente de Ecuador,Lorena Tapia Núñez, a fin de que el Mandatario tenga todos los insumos técnicos para su exposición en el Panel 3 de la Conferencia.
El Presidente Correa disertará sobre el tema “Justicia Climática y Desarrollo Sostenible en la Estructura del Estado Ecuatoriano”, mencionando los siguientes temas:
· Derechos a la Naturaleza en la Constitución del Ecuador. Hito histórico internacional.
· Plan Nacional del Buen Vivir. El ser humano como centro del desarrollo en armonía con la naturaleza.
· Estrategia de Erradicación de la Pobreza. Desarrollo y crecimiento económico y social en armonía con la naturaleza.
· Transformación de Matriz Productiva. Acceso justo a los recursos naturales y servicios ecosistémicos.
· Cambio de la Matriz Energética.
· Estrategia Nacional de Cambio Climático y Planes de Acción.
Ecuador fue invitado al Vaticano, justamente, por las importantes coincidencias que existen entre la visión Papal del desarrollo sostenible y la actual filosofía del Gobierno Nacional en esta misma materia.
La Encíclica reconoce que el objetivo central del desarrollo sostenible debe ser la erradicación de la pobreza y las desigualdades, lo cual coincide con la visión del Gobierno de Ecuador al 2030 expresada en la Constitución el Ecuador del 2008, el Plan Nacional del Buen Vivir, la Estrategia Nacional de Acumulación, Distribución y Redistribución de la Riqueza, que se relaciona con la Política Ambiental Ecuatoriana y las estrategias nacionales en materia de cambio climático.
Así mismo, el Ecuador dentro de su legislación nacional promueve cambiar el modelo tradicional de desarrollo y la “cultura del consumismo” hacia una sociedad con patrones de consumo y producción sostenibles, por lo que el Ministerio de Ambiente ha desarrollado indicadores en base a datos del Sistema de Contabilidad Ambiental Nacional y el cálculo de la Huella Ecológica, que permite medir como el crecimiento económico se va desligando del uso de los recursos naturales, de la degradación de tierra; lo cual tiene co-beneficios para el cambio climático y la erradicación de la pobreza.
En este sentido, la Ministra de Ambiente del Ecuador, Lorena Tapia, ha impulsado importantes hitos en:
· Conservación y uso sostenible de los bosques, de la biodiversidad y de los servicios Ecosistémicos.
· Programa Nacional de Restauración.
· Medidas para evitar el retroceso de los glaciares e incentivar la conservación de los páramos.
· Medidas para analizar y reducir la vulnerabilidad climática de centrales hidroeléctricas emblemáticas.
· Ejecución del Programa Nacional de Reducción de emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+).
· Otras acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
Desde el 2008 se han conservado en Ecuador un 1`400 000 hectáreas (5% de la superficie del país), lo que equivale a unos 840 millones de árboles. Asimismo, se han reforestado en el país 65 millones de árboles en unas 125 mil hectáreas.
La inversión total del Gobierno Nacional y Ministerio Ambiente en conservación y restauración del 2008 al 2014 asciende a 73 millones de dólares, una cifra nunca antes considerada para este rubro en la historia del país.
El Ministerio de Ambiente conservará del 2015 al 2017, un total de 600 mil hectáreas adicionales, que significan 360 millones de árboles y reforestar otras 400 mil hectáreas que son 160 millones árboles.
Al evento asistirán los más importantes líderes mundiales y especialistas en material ambiental y, en ese contexto, el Presidente de Ecuador. Ec. Rafael Correa, será el único Jefe de Estado invitado para disertar en este alto panel.
La Conferencia estará liderada por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal, Pietro Parolin; el economista ambiental, Jeffrey Sachs y el Cardenal, Peter Turkson, Presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano y asesor del Papa Francisco en temas de cambio climático.
El encuentro servirá para elevar el debate global sobre la necesidad de discutir acerca de las dimensiones morales del cambio climático y el desarrollo sostenible, previo a la publicación de la primera encíclica del Papa sobre ambiente y la Duodécima Primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en París en diciembre de 2015.
El Presidente de la República, Rafael Correa, viajará al Vaticano, junto a la Ministra de Ambiente de Ecuador,Lorena Tapia Núñez, a fin de que el Mandatario tenga todos los insumos técnicos para su exposición en el Panel 3 de la Conferencia.
El Presidente Correa disertará sobre el tema “Justicia Climática y Desarrollo Sostenible en la Estructura del Estado Ecuatoriano”, mencionando los siguientes temas:
· Derechos a la Naturaleza en la Constitución del Ecuador. Hito histórico internacional.
· Plan Nacional del Buen Vivir. El ser humano como centro del desarrollo en armonía con la naturaleza.
· Estrategia de Erradicación de la Pobreza. Desarrollo y crecimiento económico y social en armonía con la naturaleza.
· Transformación de Matriz Productiva. Acceso justo a los recursos naturales y servicios ecosistémicos.
· Cambio de la Matriz Energética.
· Estrategia Nacional de Cambio Climático y Planes de Acción.
Ecuador fue invitado al Vaticano, justamente, por las importantes coincidencias que existen entre la visión Papal del desarrollo sostenible y la actual filosofía del Gobierno Nacional en esta misma materia.
La Encíclica reconoce que el objetivo central del desarrollo sostenible debe ser la erradicación de la pobreza y las desigualdades, lo cual coincide con la visión del Gobierno de Ecuador al 2030 expresada en la Constitución el Ecuador del 2008, el Plan Nacional del Buen Vivir, la Estrategia Nacional de Acumulación, Distribución y Redistribución de la Riqueza, que se relaciona con la Política Ambiental Ecuatoriana y las estrategias nacionales en materia de cambio climático.
Así mismo, el Ecuador dentro de su legislación nacional promueve cambiar el modelo tradicional de desarrollo y la “cultura del consumismo” hacia una sociedad con patrones de consumo y producción sostenibles, por lo que el Ministerio de Ambiente ha desarrollado indicadores en base a datos del Sistema de Contabilidad Ambiental Nacional y el cálculo de la Huella Ecológica, que permite medir como el crecimiento económico se va desligando del uso de los recursos naturales, de la degradación de tierra; lo cual tiene co-beneficios para el cambio climático y la erradicación de la pobreza.
En este sentido, la Ministra de Ambiente del Ecuador, Lorena Tapia, ha impulsado importantes hitos en:
· Conservación y uso sostenible de los bosques, de la biodiversidad y de los servicios Ecosistémicos.
· Programa Nacional de Restauración.
· Medidas para evitar el retroceso de los glaciares e incentivar la conservación de los páramos.
· Medidas para analizar y reducir la vulnerabilidad climática de centrales hidroeléctricas emblemáticas.
· Ejecución del Programa Nacional de Reducción de emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+).
· Otras acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
Desde el 2008 se han conservado en Ecuador un 1`400 000 hectáreas (5% de la superficie del país), lo que equivale a unos 840 millones de árboles. Asimismo, se han reforestado en el país 65 millones de árboles en unas 125 mil hectáreas.
La inversión total del Gobierno Nacional y Ministerio Ambiente en conservación y restauración del 2008 al 2014 asciende a 73 millones de dólares, una cifra nunca antes considerada para este rubro en la historia del país.
El Ministerio de Ambiente conservará del 2015 al 2017, un total de 600 mil hectáreas adicionales, que significan 360 millones de árboles y reforestar otras 400 mil hectáreas que son 160 millones árboles.
Tomado de: www.iagua.com
La Iglesia Católica y la ecología
"…las generaciones venideras tienen pleno derecho a recibir un mundo potable, habitable, sano y no un planeta con aire contaminado y aguas sucias"
El compromiso cristiano con la defensa del medio ambiente tiene respaldo en las enseñanzas de la iglesia católica. El 29 de noviembre de 1979, el papa Juan Pablo II promulgó una bula: “Nombramos a San Francisco de Asís celestial patrono de los ecologistas, con todos los honores anejos y con los privilegios litúrgicos correspondientes, sin que obste nada en contrario. Así lo ordenamos, mandando que las presentes Letras sean observadas religiosamente y que tengan sus efectos tanto ahora como en el futuro.
”Con esta bula, la iglesia católica invitaba a sus fieles a imitar la vida del santo que optó por vivir en paz con sus hermanos y con la creación. Para San Francisco, la tierra es “hermana tierra” y el agua y el viento son “hermanos”. Todo lo contrario a la enemistad que instaló la racionalidad instrumental occidental para la cual la naturaleza es reductible a la categoría de “recursos”, es decir simples bienes económicos que pueden ser explotados para generar riqueza sin importar qué se destruye: atmósfera, suelos, ríos, mares o selvas.
El nombramiento de San Francisco como “patrono de los ecologistas”, se inscribe además en el esfuerzo que la iglesia católica está haciendo para comprender la crisis ecológica. Escribía Juan Pablo II: “Si la mirada recorre las regiones de nuestro planeta, enseguida nos damos cuenta de que la humanidad ha defraudado las expectativas divinas. Sobre todo en nuestro tiempo, el hombre ha devastado sin vacilación llanuras y valles boscosos, ha contaminado las aguas, ha deformado el hábitat de la tierra, ha hecho irrespirable el aire, ha alterado los sistemas hidrogeológicos y atmosféricos, ha desertizado espacios verdes, ha realizado formas de industrialización salvaje, humillando el jardín que es la tierra, nuestra morada… En nuestros días aumenta cada vez más la convicción de que la paz mundial está amenazada, además (…) por la falta del debido respeto a la naturaleza, la explotación desordenada de sus recursos y el deterioro progresivo de la calidad de la vida. Esta situación provoca inestabilidad e inseguridad que a la vez promueven formas de egoísmo colectivo, acaparamiento e irresponsabilidad.
”Estas enseñanzas orientan la acción profética de los cristianos para denunciar comportamientos y discursos que justifican los daños ecológicos y las violaciones de derechos como está ocurriendo con las madereras y la contaminación de las petroleras en la selva, o con las mineras en los andes en una lógica que permite que las riquezas sean apropiadas por unos pocos mientras que la pobreza y la contaminación se quedan.Juan Pablo II también enseñaba que “La contaminación o la destrucción del ambiente son frutos de una visión reductiva y antinatural, que configura a veces un verdadero y grave desprecio del hombre”.
Efectivamente, cómo no relevar esta aguda afirmación, en un contexto en que la política económica de los gobiernos centrales viene imponiendo actividades industriales como la minería o el petróleo por sobre los derechos de las poblaciones locales y cuando las comunidades nativas, indígenas y campesinas que buscan ser oídas y respetadas están siendo reprimidas y criminalizadas.
Lo que se evidencia en profundidad, es que en la raíz de los conflictos sociales alrededor de los conflictos ambientales, está el desprecio por la vida, las opiniones, la cultura y el derecho a consulta (previa, libre e informada) de las poblaciones; así como las enormes distancias que separan a los gobernantes y muchos medios de comunicación del sentir de las poblaciones.
El “Documento de Aparecida”, redactado en la reunión de Obispos, que contó con la animadora presencia del Papa, tuvo lugar en el Santuario Nacional de la Virgen de Aparecida en Brasil, en el mes de mayo de 2008. Este documento delinea un rasgo original de nuestra Iglesia. Sencillamente porque afianza la identidad cristiana en América Latina y el Caribe; manifiesta el rostro propio de la iglesia latinoamericana en la universalidad de la Iglesia Católica; traza caminos de misión y evangelización y decide una misión continental. También podríamos decir, que Aparecida impulsa una comunidad regional de naciones. No olvidemos que América Latina y el Caribe representa un aporte del 43% del catolicismo mundial.
Respecto al cuidado del Medio Ambiente, un primer punto resulta alentador, puesto que los pastores nos dicen que en América Latina y el Caribe cada vez más crece una conciencia ecológica. La naturaleza es una herencia gratuita que hemos recibido sin hacer nada previamente. Es un don, en el sentido estricto. Pero un don que reclama responsabilidad y cuidado. “Antes que sea demasiado tarde” prevenía con proféticas palabras el Papa .
Pero los pastores advierten que las generaciones venideras tienen pleno derecho a recibir un mundo potable, habitable, sano y no un planeta con aire contaminado y aguas sucias. (Cfr. nº 471). Las intervenciones sobre los recursos naturales no pueden significar un predominio de intereses económicos, en perjuicio de pueblos enteros y el futuro de un país. Felizmente, dicen los obispos, en algunas escuelas católicas se ha comenzado a introducir una disciplina que educa en la responsabilidad ecológica.
Pero quizá la expresión más contundente, sin residuos, del documento de Aparecida respecto a este tema sea esta: “La riqueza natural de América Latina y el Caribe experimentan hoy una explotación irracional que va dejando una estela de dilapidación, e incluso de muerte, por toda nuestra región”. (nº 473).
Claro, a esta realidad no se ha llegado de la nada. El modelo económico que privilegia el desmedido afán de riqueza por encima de la vida de las personas y los pueblos, es el motor de esta situación. La devastación de bosques por ejemplo, pone en peligro el hábitat de lo campesinos e indígenas que son expulsados del campo para vivir en los cinturones de miseria de las grandes ciudades. “No podemos dejar de mencionar los problemas que a causa de una industrialización salvaje y descontrolada de nuestras ciudades y del campo, que va contaminando el ambiente con toda clase de desechos orgánicos y químicos” (n º473).
¿Qué Hacer? 1) Empeñar esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza. 2) También otra idea clave: buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad social de la empresa y la preocupación por una auténtica ecología natural y humana, fundada en los cimientos de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes. Esta propuesta, como se ve, es superadora de una lógica utilitarista e individualista de cortos alcances. 3) Idear medidas de monitoreo y control social sobre la aplicación en los países de los estándares ambientales internacionales (Cfr nº 474).
El compromiso cristiano con la defensa del medio ambiente tiene respaldo en las enseñanzas de la iglesia católica. El 29 de noviembre de 1979, el papa Juan Pablo II promulgó una bula: “Nombramos a San Francisco de Asís celestial patrono de los ecologistas, con todos los honores anejos y con los privilegios litúrgicos correspondientes, sin que obste nada en contrario. Así lo ordenamos, mandando que las presentes Letras sean observadas religiosamente y que tengan sus efectos tanto ahora como en el futuro.
”Con esta bula, la iglesia católica invitaba a sus fieles a imitar la vida del santo que optó por vivir en paz con sus hermanos y con la creación. Para San Francisco, la tierra es “hermana tierra” y el agua y el viento son “hermanos”. Todo lo contrario a la enemistad que instaló la racionalidad instrumental occidental para la cual la naturaleza es reductible a la categoría de “recursos”, es decir simples bienes económicos que pueden ser explotados para generar riqueza sin importar qué se destruye: atmósfera, suelos, ríos, mares o selvas.
El nombramiento de San Francisco como “patrono de los ecologistas”, se inscribe además en el esfuerzo que la iglesia católica está haciendo para comprender la crisis ecológica. Escribía Juan Pablo II: “Si la mirada recorre las regiones de nuestro planeta, enseguida nos damos cuenta de que la humanidad ha defraudado las expectativas divinas. Sobre todo en nuestro tiempo, el hombre ha devastado sin vacilación llanuras y valles boscosos, ha contaminado las aguas, ha deformado el hábitat de la tierra, ha hecho irrespirable el aire, ha alterado los sistemas hidrogeológicos y atmosféricos, ha desertizado espacios verdes, ha realizado formas de industrialización salvaje, humillando el jardín que es la tierra, nuestra morada… En nuestros días aumenta cada vez más la convicción de que la paz mundial está amenazada, además (…) por la falta del debido respeto a la naturaleza, la explotación desordenada de sus recursos y el deterioro progresivo de la calidad de la vida. Esta situación provoca inestabilidad e inseguridad que a la vez promueven formas de egoísmo colectivo, acaparamiento e irresponsabilidad.
”Estas enseñanzas orientan la acción profética de los cristianos para denunciar comportamientos y discursos que justifican los daños ecológicos y las violaciones de derechos como está ocurriendo con las madereras y la contaminación de las petroleras en la selva, o con las mineras en los andes en una lógica que permite que las riquezas sean apropiadas por unos pocos mientras que la pobreza y la contaminación se quedan.Juan Pablo II también enseñaba que “La contaminación o la destrucción del ambiente son frutos de una visión reductiva y antinatural, que configura a veces un verdadero y grave desprecio del hombre”.
Efectivamente, cómo no relevar esta aguda afirmación, en un contexto en que la política económica de los gobiernos centrales viene imponiendo actividades industriales como la minería o el petróleo por sobre los derechos de las poblaciones locales y cuando las comunidades nativas, indígenas y campesinas que buscan ser oídas y respetadas están siendo reprimidas y criminalizadas.
Lo que se evidencia en profundidad, es que en la raíz de los conflictos sociales alrededor de los conflictos ambientales, está el desprecio por la vida, las opiniones, la cultura y el derecho a consulta (previa, libre e informada) de las poblaciones; así como las enormes distancias que separan a los gobernantes y muchos medios de comunicación del sentir de las poblaciones.
El “Documento de Aparecida”, redactado en la reunión de Obispos, que contó con la animadora presencia del Papa, tuvo lugar en el Santuario Nacional de la Virgen de Aparecida en Brasil, en el mes de mayo de 2008. Este documento delinea un rasgo original de nuestra Iglesia. Sencillamente porque afianza la identidad cristiana en América Latina y el Caribe; manifiesta el rostro propio de la iglesia latinoamericana en la universalidad de la Iglesia Católica; traza caminos de misión y evangelización y decide una misión continental. También podríamos decir, que Aparecida impulsa una comunidad regional de naciones. No olvidemos que América Latina y el Caribe representa un aporte del 43% del catolicismo mundial.
Respecto al cuidado del Medio Ambiente, un primer punto resulta alentador, puesto que los pastores nos dicen que en América Latina y el Caribe cada vez más crece una conciencia ecológica. La naturaleza es una herencia gratuita que hemos recibido sin hacer nada previamente. Es un don, en el sentido estricto. Pero un don que reclama responsabilidad y cuidado. “Antes que sea demasiado tarde” prevenía con proféticas palabras el Papa .
Pero los pastores advierten que las generaciones venideras tienen pleno derecho a recibir un mundo potable, habitable, sano y no un planeta con aire contaminado y aguas sucias. (Cfr. nº 471). Las intervenciones sobre los recursos naturales no pueden significar un predominio de intereses económicos, en perjuicio de pueblos enteros y el futuro de un país. Felizmente, dicen los obispos, en algunas escuelas católicas se ha comenzado a introducir una disciplina que educa en la responsabilidad ecológica.
Pero quizá la expresión más contundente, sin residuos, del documento de Aparecida respecto a este tema sea esta: “La riqueza natural de América Latina y el Caribe experimentan hoy una explotación irracional que va dejando una estela de dilapidación, e incluso de muerte, por toda nuestra región”. (nº 473).
Claro, a esta realidad no se ha llegado de la nada. El modelo económico que privilegia el desmedido afán de riqueza por encima de la vida de las personas y los pueblos, es el motor de esta situación. La devastación de bosques por ejemplo, pone en peligro el hábitat de lo campesinos e indígenas que son expulsados del campo para vivir en los cinturones de miseria de las grandes ciudades. “No podemos dejar de mencionar los problemas que a causa de una industrialización salvaje y descontrolada de nuestras ciudades y del campo, que va contaminando el ambiente con toda clase de desechos orgánicos y químicos” (n º473).
¿Qué Hacer? 1) Empeñar esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza. 2) También otra idea clave: buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad social de la empresa y la preocupación por una auténtica ecología natural y humana, fundada en los cimientos de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes. Esta propuesta, como se ve, es superadora de una lógica utilitarista e individualista de cortos alcances. 3) Idear medidas de monitoreo y control social sobre la aplicación en los países de los estándares ambientales internacionales (Cfr nº 474).
P. Jose Juan Garcia
Tomado de: diariodeecologia.com
Etiquetas:
Doctrina Social de la Iglesia,
Ecología,
Medio Ambiente
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