La Cadena Cope, de la mano de Manuel Bru, está emitiendo del 13 de julio al 20 de septiembre, unas cuñas que, en breves frases, sintetizan el contenido de la nueva encíclica de Benedicto XVI. Como nos ha gustado mucho esta iniciativa, transcribimos a continuación estas pequeñas perlas (tomadas de
www.cope.es):
I BLOQUE: Sólo en la verdad resplandece la caridad
1. El amor es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz.
2. La caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su promesa y nuestra esperanza.
3. Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente.
4. No puedo dar al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde. Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos.
5. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es inseparable de la caridad.
6. Amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él. Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien común.
7. La verdad originaria del amor de Dios, que se nos ha dado gratuitamente, hace posible esperar en un desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres.
II BLOQUE: A los 40 años de la Populorum Progressio de Pablo VI
1. Toda la Iglesia, en todo su ser y obrar, cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre.
2. Sin la perspectiva de una vida eterna, el progreso humano en este mundo se queda sin aliento.
3. Sin Dios, o se niega el desarrollo, o se le deja únicamente en manos del hombre, que cede a la presunción de la auto-salvación y termina por promover un desarrollo deshumanizado.
4. El testimonio de la caridad de Cristo mediante obras de justicia, paz y desarrollo forma parte de la evangelización, porque a Jesucristo, que nos ama, le interesa todo el hombre.
5. Los pueblos hambrientos interpelan hoy, con acento dramático, a los pueblos opulentos. Es la llamada de hombres libres a hombres libres para asumir una responsabilidad común.
6. La Iglesia escruta los signos de los tiempos, los interpreta y ofrece al mundo lo que ella posee como propio: una visión global del hombre y de la humanidad.
7. La verdad del desarrollo consiste en su totalidad: si no es de todo el hombre y de todos los hombres, no es el verdadero desarrollo.
III BLOQUE: El desarrollo humano en nuestro tiempo
1. Las políticas de recortes al gasto social, promovidas por las instituciones financieras internacionales, pueden dejar a los ciudadanos impotentes ante riesgos antiguos y nuevos.
2. El primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad. Pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social.
3. Apoyando a los países económicamente pobres, se puede contribuir también a sostener la capacidad productiva de los países ricos, comprometida por la crisis.
4. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre.
5. Si el hombre fuera fruto sólo del azar, o si redujera sus aspiraciones al horizonte angosto de las situaciones en que vive, podría hablarse de evolución, pero no de desarrollo.
6. Cuando el Estado promueve el ateísmo práctico, priva a sus ciudadanos de la fuerza moral y espiritual indispensable para comprometerse en el desarrollo humano integral.
7. El que está animado de una verdadera caridad es ingenioso para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla, para vencerla con intrepidez.
IV BLOQUE: Fraternidad, desarrollo económico y sociedad civil
1. Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica.
2. Se pueden vivir relaciones auténticamente humanas, de solidaridad y de reciprocidad, también dentro de la actividad económica y no solamente fuera o “después” de ella.
3. La actividad económica no puede prescindir de la gratuidad, que fomenta y extiende la solidaridad y la responsabilidad por la justicia y el bien común.
4. Se ha de evitar que el empleo de recursos financieros esté motivado por la especulación y ceda a la tentación de buscar únicamente un beneficio inmediato.
5. La sabiduría y la prudencia aconsejan no proclamar la desaparición del Estado. En la crisis actual su papel parece destinado a crecer, recuperando muchas competencias.
6. Las ayudas económicas deberían ir acompañadas de aquellas destinadas a reforzar las garan¬tías propias del Estado de derecho, con instituciones verdaderamente democráticas.
7. El proceso de globalización ofrece la posibilidad de una gran redistribución de la riqueza a escala planetaria; pero, si se gestiona mal, puede incrementar la pobreza y la desigualdad.
V BLOQUE: Desarrollo de los pueblos, derechos y deberes
1. Si los derechos se basan sólo en las deliberaciones de una asamblea, pueden ser cambiados en cualquier momento, perdiéndose la conciencia común de respetarlos.
2. La disminución de los nacimientos, a veces por debajo del llamado índice de reemplazo generacional, pone en crisis incluso a los sistemas de asistencia social.
3. Las empresas de economía civil y de comunión, para las que el beneficio es un instrumento para objetivos humanos y sociales, deben encontrar un marco jurídico y fiscal adecuado.
4. Los programas de desarrollo han de ser flexibles; y las personas que se beneficien deben implicarse directamente en su planificación y convertirse en sus protagonistas.
5. Al lado de los macroproyectos solidarios son necesarios los microproyectos y, sobre todo, es necesaria la movilización efectiva de todos los sujetos de la sociedad civil.
6. La cooperación internacional necesita personas que participen en el proceso del desarrollo mediante la solidaridad de la presencia, el acompañamiento, la formación y el respeto.
7. Los organismos internacionales y las ONG´s deben informar de la proporción de los fondos destinados a programas de cooperación, y el verdadero contenido de dichos programas.
VI BLOQUE: La naturaleza, expresión de un proyecto de amor y de verdad
1. El ambiente natural es obra admirable del Creador que lleva en sí una gramática que indica finalidad y criterios para un uso inteligente, no instrumental y arbitrario.
2. Es necesaria una redistribución planetaria de los recursos energéticos. Su destino no puede dejarse en manos del primero que llega o depender de la lógica del más fuerte.
3. En nuestra tierra toda la familia humana debe encontrar los recursos necesarios para vivir dignamente, con la ayuda de la naturaleza misma, don de Dios.
4. El modo en que el hombre trata el ambiente influye en la manera en que se trata a sí mismo, y viceversa. Esto exige que la sociedad actual revise seriamente su estilo de vida.
5. Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se sacrifican embriones humanos a la investigación, se pierde el valor de la ecología humana y ambiental.
6. Es una contradicción pedir a las nuevas generaciones el respeto al ambiente natural, cuando la educación y las leyes no las ayudan a respetarse a sí mismas.
7. El libro de la naturaleza es uno e indivisible, que concierne a la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, y el desarrollo humano integral.
VII BLOQUE: La colaboración de la familia humana
1. Una de las pobrezas más hondas que el hombre experimenta es la soledad. También las otras pobrezas nacen del aislamiento, del no ser amados o de la dificultad de amar.
2. En el laicismo y en el fundamentalismo se pierde la posibilidad de un diálogo fecundo y de una provechosa colaboración entre la razón y la fe religiosa.
3. La subsidiaridad, al reconocer que la reciprocidad forma parte de la constitución del ser humano, es el antídoto más eficaz contra cualquier forma de asistencialismo paternalista.
4. En todas las culturas hay costras que limpiar y sombras que despejar. La fe cristiana, que se encarna en ellas trascendiéndolas, las ayuda a crecer en convivencia y solidaridad.
5. Es posible mejorar los servicios sociales y asistenciales y, al tiempo, ahorrar recursos, eliminando derroches y rentas abusivas, para destinarlos a la solidaridad internacional.
6. Un sistema de solidaridad social más participativo y orgánico, menos burocratizado pero no por ello menos coordinado, podría revitalizar la solidaridad entre los pueblos.
7. El turismo internacional se plantea con frecuencia de manera consumista y hedonista, como evasión, y sin favorecese un verdadero encuentro entre personas y culturas.
VIII BLOQUE: Las expresiones del amor inteligente
1. Todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación.
2. Las organizaciones sindicales, además de defender los intereses de sus afiliados, deberían mirar hacia los no afiliados y hacia los trabajadores de los países en vía de desarrollo.
3. Si el amor es inteligente, sabe encontrar también los modos de actuar la conveniencia previsible y justa, como muchas experiencias en el campo del crédito cooperativo.
4. La experiencia de la microfinanciación, como los Montes de Piedad, ha de ser reforzada y actualizada para proteger de la usura y la desesperación a los sectores más vulnerables.
5. Es conveniente favorecer formas nuevas de comercialización de productos provenientes de áreas deprimidas del planeta para garantizar una retribución decente a los productores.
6. Urge reformar la Organización de las Naciones Unidas y la arquitectura económica y financiera internacional, por una concreción real del concepto de familia de naciones.
7. Para lograr un desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge una verdadera Autoridad política mundial.
IX BLOQUE: El desarrollo de los pueblos y la técnica
1. Si el desarrollo de la persona se degrada cuando ésta pretende ser creadora de sí misma, el de los pueblos se degrada cuando pretenden recrearse con los prodigios tecnológicos.
2. El desarrollo económico se manifiesta ficticio y dañino cuando se apoya en los prodigios de las finanzas para sostener un crecimiento antinatural y consumista.
3. El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común.
4. Los conocimientos técnicos aumentan solo en beneficio de sus propietarios, mientras la situación real de las poblaciones permanece inalterada, sin posibilidades de emancipación.
5. Se necesita que los medios de comunicación estén centrados en la promoción de la dignidad de las personas, que estén animados por la caridad y al servicio de la verdad.
6. La cuestión social se ha convertido en la cuestión antropológica, al quedar la vida cada día más expuesta por la biotecnología a la intervención manipuladora del hombre.
7. El absolutismo de la técnica es incapaz de percibir todo aquello que no se explica con la pura materia, la experiencia de todos los hombres sobre aspectos inmateriales de su vida.
X BLOQUE: Sin Dios no hay progreso
1. Ante los grandes problemas del desarrollo, que nos impulsan al desasosiego y al abatimiento, la palabra de Jesucristo nos hace saber: Sin mí no podéis hacer nada.
2. Ante el ingente trabajo que queda por hacer, la fe en la presencia de Dios nos sostiene, junto con los que se unen en su nombre y trabajan por la justicia.
3. La fuerza más poderosa al servicio del desarrollo es un humanismo cristiano, que vivifique la caridad y se deje guiar por la verdad, acogiendo una y otra como un don permanente de Dios.
4. La cerrazón ideológica a Dios y el indiferentismo ateo, que olvida al Creador y corre el peligro de olvidar también los valores humanos, es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo.
5. La conciencia del amor indestructible de Dios es la que nos sostiene en el duro y apasionante compromiso por la justicia y el desarrollo de los pueblos.
6. Dios nos da la fuerza para luchar y sufrir por amor al bien común, porque Él es nuestro Todo, nuestra esperanza más grande.
7. El desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios, conscientes de que el amor lleno de verdad, no es el resultado de nuestro esfuerzo sino un don.